Objetivos de la labranza
El conjunto denominado máquinas para labranza incluye una amplia variedad de herramientas la mayoría de las cuales, el productor deja de lado al adoptar en mayor o menor medida procedimientos conservacionistas como siembra directa y las labranzas mínimas. No es el objetivo en estas líneas hacer un análisis a fondo de los motivos del referido cambio, pero sí se presenta un breve análisis de la situación y luego sugerencias prácticas para la selección y uso de los equipos para labranza que son aplicados en mayor o menor medida por los agricultores.
Crear una cama de siembra profunda con
las características físicas, químicas y biológicas necesarias para el desarrollo del cultivo.
Enterrar residuos vegetales y animales
con el fin de agregar humus y fertilidad al suelo.
Prevenir y destruir malezas u otro tipo
de vegetación indeseable.
Acondicionar el suelo para permitir una
buena circulación de aire.
Acondicionar el suelo para que retenga
las aguas de lluvias.
Destruir los insectos, sus huevos, larvas
y nidos.
Acondicionar la superficie del suelo para
prevenir erosión eólica.
El conjunto denominado máquinas para labranza incluye una amplia variedad de herramientas la mayoría de las cuales, el productor deja de lado al adoptar en mayor o menor medida procedimientos conservacionistas como siembra directa y las labranzas mínimas. No es el objetivo en estas líneas hacer un análisis a fondo de los motivos del referido cambio, pero sí se presenta un breve análisis de la situación y luego sugerencias prácticas para la selección y uso de los equipos para labranza que son aplicados en mayor o menor medida por los agricultores.
Si
pueden sintetizarse brevemente, las razones de fondo para se produzca este
cambio: minimizar la pérdida de cobertura vegetal a fin de combatir la erosión
de todo tipo, evitar la pérdida de estructura y el planchado de la capa
superficial, no promover la pérdida de humedad acumulada en el perfil. Asimismo
pueden anotarse a favor de la no labranza, el ahorro de: tiempo, combustible,
mano de obra y uso de maquinaria, sin afectar los rendimientos.
Labranza convencional
Con rebatimiento de suelo (labranza convencional)
|
Labranza vertical
Sin rebatimiento de suelo (labranza vertical)
|
· Arado
de reja y vertedera
|
· Arado
de cinceles
|
· Arado
de discos independientes
|
· Cultivador
de campo
|
· Arado
de discos verticales (rastrón)
|
· Vibrocultivador
|
· Rastras
de discos
|
· Escarificador
o descompactador
|
Rastras de discos
En la actualidad se ofrecen alternativas muy variadas y el productor suele elegir su opción pensando en los trabajos que realizará, Cuadro Uso y tipo de rastra.
FIGURA 7.1 Discos lisos y dentados
(Rastra de discos mixtos).
Uso y tipo de rastra
|
Espacio
entre discos (mm)
|
Peso
por disco (kg)
|
Diámetro
del disco (“)
|
Discos
lisos, dentados, mixtos
|
Preparación de sementeras, con poco corte de
maleza. Tierras de agricultura / fruticultura. Rastra liviana.
|
180
a 200
|
20 a
45
|
20 a
24
|
Lisos
/ mixtos
|
Arar rastrojos con restos de cosecha. Rastra
semipesada
|
200
a 230
|
45 a
70
|
24 a
26
|
Mixtos
/ dentados
|
Arar potreros o suelos más bien duros con
abundante follaje. Rastra pesada.
|
230
a 280
|
70 a
90
|
26 a
28
|
mixtos
/ dentados
|
Arada post-desmonte. Rastra extra pesada.
|
Más
de 280
|
Más
de 90
|
28 a
32
|
Dentados
|
CUADRO. Tipos de discos.
Nota:
la bibliografía suele hacer referencia a “casquete” en lugar de “disco” debido
a que este órgano activo de toda rastra posee la forma de “casquete esférico”
como si fuera generado con el corte de un sector de una naranja. De manera tal
que ofrece las siguientes dimensiones geométricas: una cara convexa, una
cóncava, una flecha (la profundidad central de su concavidad), un diámetro. No
obstante todo ello, en el campo de uso de estas herramientas se hace referencia
al “disco”, por lo cual en estas líneas se aplica el mismo. Se habla de rastras
de discos y no de rastras de casquetes.
En
general las rastras excéntricas son
aplicadas en labranza primaria debido a que son construidas con generoso peso por
disco.
La
aparición de los discos cónicos no
relegó a los esféricos
tradicionales, que son preferidos por dejar mayor cantidad de restos vegetales
en superficie.
Un
desarrollo aplicado en la industria de discos es el acero micro aleado al boro, que le confiere gran resistencia al
desgaste por abrasión, debido a la dureza que es capaz de adquirir el acero en
el temple.
Penetración
de las rastras
Es la
tendencia que ofrecen los discos de una rastra, a penetrar en el suelo. La
profundidad de labor es la diferencia de nivel que existe entre el suelo sin
trabajar y el fondo del surco abierto por los discos. Si bien la profundidad se
mide en centímetros, la penetración no puede expresarse tan fácilmente en
unidades.
La
penetración de una rastra aumenta con el peso por disco (kg), el espacio entre
discos (mm), el cruce de los cuerpos (grados de un ángulo), diámetro de los
discos (pulgadas), y la forma del filo de los discos (liso o dentado). La
profundidad de labor de una rastra, depende directamente de su penetración.
Rastra
de tiro excéntrico
Problemas
que se adjudican muchas veces al tractor, como falta de potencia, escaso peso,
exceso de patinamiento, o elevado consumo de gasoil, son originados en un mal
enganche o falta de puesta a punto de la rastra. Como ejemplo piense cuánta
plata se ahorrará si disminuye el patinamiento del 20 al 12 %. Usted sabe que
el ahorro será notable en litros de combustible y en neumáticos. Pero recuerde
que también su equipo tendrá un andar mucho más sereno, con lo cual aumentará
su vida útil y disminuirán los problemas mecánicos.
A
continuación veremos una guía práctica para comenzar la labranza con el equipo
a punto a fin de obtener su mejor rendimiento.
Cómo
trabaja
En la
gran mayoría de los modelos los dos paquetes de discos actúan de la siguiente
manera: el delantero tira a la derecha y el trasero a la izquierda, quedando
luego de la pasada un surco en el suelo a la derecha del ancho de trabajo.
Figura. Rastra de tiro excéntrico. Conjuntos
(paquetes) de discos.
1) centro de resistencia de
la rastra; 2) centro de enganche; 3) surco de la pasada anterior; 4) centro de
tracción; 5) centro de potencia del tractor, 6) surco de la pasada actual.
Es muy
importante tapar este surco con la pasada posterior, pues ello determina la
ubicación de la rastra en las pasadas sucesivas.
Cerca
del lugar donde se unen los dos paquetes, y aproximadamente a la mitad de la
profundidad de trabajo, se ubica el centro de resistencia de la máquina, que es
donde están aplicadas las fuerzas que actúan sobre ella. La posición del centro
de resistencia varía según el ángulo que formen el eje de los discos con la
perpendicular a la dirección de avance. Esto vale para el paquete delantero y
el trasero.
La
profundidad de trabajo de la rastra depende del mismo ángulo. Cuanto mayor sea
éste mayor será la profundidad. También hay que tener en cuenta que los discos
traseros trabajan en suelo más blando que los delanteros porque ya ha sido laboreado por éstos. Por
eso es que cuando el paquete delantero y el trasero trabajan con igual ángulo,
las fuerzas que actúan en uno y otro quedan desequilibradas. Esto deberá ser
compensado mediante el correcto enganche al tractor.
Cómo
engancharla
Al
observar el equipo desde arriba debe lograrse que la rueda trasera del tractor
no pise el terreno arado de la pasada anterior, y que el tractor no reciba
empujes laterales. Estas condiciones de trabajo son indeseables pues arruinan
la labor realizada al dificultar el avance y la conducción del equipo
aumentando el patinamiento y el desgaste del tractor.
Para
obtener un enganche correcto se deberá:
1.
Achicar al mínimo la trocha del tractor.
2. Con
el implemento en posición de trabajo quitar los topes que limitan el movimiento
lateral de la barra de tiro del tractor. Luego quitar en la rastra el bulón que
limita la oscilación lateral de la lanza. De esta manera la lanza y la barra se
moverán libremente hacia los costados.
3. En
esas condiciones hacer avanzar al equipo unos 10 metros. Posteriormente, con la
máquina detenida, observar qué posición ha tomado la rastra, su lanza de tiro y
la barra del tractor. Puede darse alguno de los casos siguientes:
* Que
la rastra se ubique hacia la derecha del tractor (a). En esta situación el
tractor no estará sometido a empujes laterales porque la lanza y la barra se
ubicaron libremente, pero su rueda izquierda irá pisando el suelo trabajado en
la pasada anterior. Por lo tanto éste no es el enganche buscado.
* Que
la rastra se sitúe hacia la izquierda del tractor (figura b). En esta ubicación
el tractor no pisará el suelo trabajado, pero su barra de tiro está desplazada
al límite izquierdo de su soporte y choca contra éste. Ello indica que el
tractor sufre un empuje lateral hacia la izquierda (hacia donde tira su barra).
Esto lo desviará de su dirección de avance, le quitará poder de tracción,
aumentará el patinamiento y el desgaste.
*
Cualquier situación intermedia entre las dos anteriores. En esta oportunidad el
tractor no pisa tierra disqueada y el tiro se ubicó libremente sin que la barra
llegara a la posición extrema provocando el empuje lateral excesivo, como lo
muestra la figura Conjuntos de discos.
De
todas las posiciones la más conveniente es aquella en la que debido a la
ubicación que toma la rastra, la rueda del tractor pasa a una distancia del
surco igual a medio ancho de su neumático. El tiro es lo menos oblicuo posible
disminuyendo al mínimo el empuje lateral, lo cual se logra con la lanza del implemento
y la barra del tractor libres, desplazando la placa de enganche en su travesaño
hacia la derecha cuando se quiere correr el implemento a la izquierda, y
viceversa. Luego de cada cambio de posición de la plaqueta se hace avanzar 10
metros al equipo y se observan los resultados.
Cuando
se ha logrado el enganche correcto debe fijarse la lanza del implemento en el
lugar resultante. También deben colocarse los topes de oscilación de la barra
del tractor dejándole algunos centímetros de libertad para permitir los
movimientos normales del trabajo, sin que éstos produzcan empujes laterales.
Otra
consideración importante es que el enganche visto de costado se haga a la
altura conveniente. Para ello alargue al máximo la barra de tiro del tractor.
Luego tense un hilo o soga entre el centro de resistencia y el centro de
tracción. Mirando de costado, el centro de enganche debe coincidir con el hilo
tensado. Para ello se cuenta con la regulación en altura del travesaño.
En
caso que el centro de enganche quedara por arriba del hilo (enganche alto), la
rastra se clavará más de adelante y se desclavará de atrás, a la vez que
perderá peso el tractor aumentando el patinamiento. Si, por el contrario, el
centro de enganche quedara por debajo del hilo, la rastra clavará más sus
discos traseros y desclavará los delanteros, transfiriendo peso al tractor y
disminuyendo su patinamiento.
En
algunos modelos la altura del enganche se regula mediante un resorte de
tensión. Cuando el resorte se acorta, el resultado equivale a subir el
enganche, y viceversa.
FIGURA. Enganche en el plano vertical. 1) centro de resistencia de la rastra; 2) centro de enganche; 3) centro de tracción; 4) centro de potencia. Los cuatro puntos en una línea. Si la línea es quebrada aparecen fuerzas de arriba hacia abajo. En el caso de este esquema, la línea es levemente quebrada hacia abajo en el punto 2. Es decir el punto 2 esta más abajo que la ubicación correspondiente a la recta sin codos. Ello implica que al tirar, la rastra tiende a levantar sus discos delanteros y se cuelga del tractor contribuyendo a cargar el puente posterior del mismo. Ello ayuda a mantener el patinamiento del tractor .
FIGURA. Enganche en el plano vertical. 1) centro de resistencia de la rastra; 2) centro de enganche; 3) centro de tracción; 4) centro de potencia. Los cuatro puntos en una línea. Si la línea es quebrada aparecen fuerzas de arriba hacia abajo. En el caso de este esquema, la línea es levemente quebrada hacia abajo en el punto 2. Es decir el punto 2 esta más abajo que la ubicación correspondiente a la recta sin codos. Ello implica que al tirar, la rastra tiende a levantar sus discos delanteros y se cuelga del tractor contribuyendo a cargar el puente posterior del mismo. Ello ayuda a mantener el patinamiento del tractor .
Paquete
trasero
Siempre
existe la posibilidad de desplazar los paquetes en forma independiente hacia la
derecha o izquierda del bastidor de la máquina. Esta regulación debe
aprovecharse para correr el paquete trasero levemente a la derecha. Mediante
esta posición se logra que cada disco trasero trabaje en la porción de suelo
que quedó entre dos discos delanteros y que asimismo tire a la izquierda la
tierra que el disco delantero tiró a la derecha. Ello puede verse en la figura
Conjuntos de discos.
Correcto
lastrado
Las
fuerzas que actúan sobre el implemento durante el trabajo hacen que el paquete
delantero tienda a clavarse más en su extremo derecho y el trasero en su
extremo izquierdo (los paquetes se clavan más del lado ahuecado de los discos).
Por esta razón los discos de las referidas zonas sufren un desgaste más intenso
que los otros y los paquetes van tomando forma de cono. Así, cuando se necesita
lastrar para aumentar la penetración de los discos nunca debe hacérselo sobre
los extremos nombrados. Si se necesita lastre, se lo debe colocar en la mitad
derecha del paquete trasero y en la mitad izquierda del delantero.
Mantenimiento
preventivo
Cuando
trabaje con implementos nuevos no olvide ajustar todos los bulones y tuercas
luego de las primeras horas de labor. Siempre habrá que prestar atención a la
tuerca que sostiene los discos y separadores en su eje.
Al
finalizar la campaña y durante el tiempo que no utilice la rastra proteja los
discos con una capa de grasa o aceite para evitar el óxido. Recuerde que para
realizar un buen trabajo y con menor esfuerzo de tracción los discos deben
estar pulidos como espejos a fin de que no se adhiera tierra.
No
descuide el engrase del implemento de acuerdo con el manual de instrucciones de
la máquina.
Labranza
vertical
Implementos
para labranza vertical son los que
trabajan sin invertir el pan de tierra dejando el rastrojo en superficie. Este
tipo de labranza contribuye a proteger
el suelo, pues reduce el impacto de las gotas de lluvia y favorece la
captación del agua caída disminuyendo el escurrimiento por las pendientes del
terreno hacia los bajos, lo que da más tiempo para que infiltre y mengua la
evaporación. Todo esto da por resultado una mayor disponibilidad de agua para
los cultivos y reducción de la erosión hídrica; asimismo mantiene la estructura
del suelo, regenerando su porosidad, y brinda buenas condiciones de humedad y
de aireación para el desarrollo de organismos benéficos, como las lombrices.
La
protección de la capa de rastrojo y la rugosidad en la superficie del terreno
que deja la labranza vertical constituye también una eficiente barrera contra
la erosión eólica.
Otra
característica ventajosa que a veces se asocia a este tipo de labranza es la
disminución de la cantidad de labores
que se le hace al suelo respecto de la labranza tradicional; asimismo se reduce
el número de pasadas del tractor tanto por el mayor ancho de labor como por la
cantidad de tareas que realiza un mismo implemento. Por ejemplo, el cultivador
de campo en lugar de doble acción, rastra y rolo. Y aunque se utilicen estos
tres últimos en tren de labranza convencional, convengamos que frecuentemente
resultará más sencillo el cultivador desde diversos puntos de vista como
conducción, regulación y mantenimiento.
Todo
esto redunda en menos compactación del terreno, un menor consumo de gasoil, y
una mayor posibilidad de realizar todos los trabajos en el momento oportuno.
Desde
hace años existe una decidida tendencia
por parte de los productores a usar más frecuentemente esta labranza debido a
que se intensificó el uso agrícola de las tierras aptas para ella, aplicando
con menor frecuencia las rotaciones con años de pasturas. Esto disminuye
significativamente el tiempo de descanso de cada lote. Como lo anticipara hace
ya más de veinte años un gran conocedor de la problemática agropecuaria
argentina, “se ampliaron las fronteras agrícolas hacia el interior de la misma
zona agrícola”. Por lo tanto, las prácticas conservacionistas, como el uso de
labranzas vertical y reducidas, ofrecen alternativas
cada vez más valederas.
Entre
los equipos para labranza vertical se han difundido más el arado de cinceles y
el cultivador de campo para labranzas primarias y secundarias, respectivamente.
Aunque en la práctica tal orden puede modificarse, ya que el cincel se suele
aplicar en segundas aradas que forman parte de la labranza secundaria y los
cultivadores de campo se utilizan para comenzar un barbecho como si fueran un
implemento de labranza primaria. En este contexto entendemos por labranza
primaria la que se realiza luego de la cosecha del cultivo anterior, y
secundaria al conjunto de operaciones realizadas luego de la arada y antes de
la siembra y que sus objetivos principales son combatir la maleza durante el barbecho, desterronar
(sin pulverizar) el suelo, y preparar la cama
de siembra.
Implementos
similares a los empleados en este tipo de labranza se usan también con éxito en
otras tareas, como aireado e intersiembras de pasturas.
En
realidad los estudiosos de estos temas denominan labranza primaria a la que se
realiza por primera vez luego de un desmonte, o bien cuando se rotura un campo
natural para implantar un cultivo. Luego, y por extensión del concepto, muchas
veces se llama labranza primaria a la primer área de un rastrojo o a la
roturación de una pradera.
Arado
de cincelesEl cincel es una herramienta de labranza primaria, como lo es el arado de reja en labranza convencional. Aunque esta afirmación no se cumple en todos los casos, ya que el cincel también puede ser aplicado junto a otros implementos, como las rastras de discos, o bien para romper un piso de arado, o asimismo para escarificar e intersembrar pasturas, es decir tratamientos que no son exclusivamente de labranza vertical ni de labranza primaria.
Entre
sus componentes se destacan los timones
o arcos construidos con aceros especiales, que por su elasticidad vibran
durante el trabajo produciendo resquebrajamiento y explosión del suelo. Es
importante que las rajaduras del suelo generadas por un arco se crucen con las
de arcos vecinos. Para ello se debe combinar la profundidad de trabajo con la
separación entre arcos. A mayor profundidad debe haber mayor separación entre
cinceles. Este último valor puede regularse entre 23 y 35 cm en la mayoría de
los modelos disponibles en el mercado. Si la profundidad final de labranza
supera los 10 cm será conveniente llegar a ella en una segunda pasada.
Pretender hacerlo en una sola producirá frecuente ruptura de arcos y resentirá
la transmisión del tractor por efecto de la sobrecarga y el golpeteo generado
por el implemento.
Otra
característica de los arcos es que pueden ser fijos o con zafe
mediante perno fusible, o de resorte
y retorno automático. Estos últimos
son útiles en suelos con piedras y raigones; pero lo fundamental es que no ceda
el arco ante el aumento de la dureza del terreno, a fin de mantener constantes
la profundidad de arada y la intensidad de vibración de los arcos para lograr
un trabajo parejo.
También
es importante en el diseño de los timones sus radios de curvatura, pues cuando son correctos el esfuerzo de
tracción requerido disminuye considerablemente.
En el
extremo de cada arco se abulona una reja, que puede ser de distinto tipo según
el trabajo y las condiciones del suelo.
De
acuerdo a su relación con el tractor el cincel puede ser de arrastre o montado.
En los de arrastre, la lanza de tiro
es articulada al bastidor, o rígida con placa de enganche. Ambos mecanismos
permiten nivelar eficazmente el implemento de manera que las púas delanteras
profundicen igual que las traseras. Cuando el arado se clava en el suelo y la
lanza es articulada se entierran todas las púas al mismo tiempo. Si la lanza es
rígida se clavan primero las delanteras, lo cual facilita la entrada en suelos
endurecidos.
Las
ruedas sostienen al implemento durante el transporte y el trabajo, y la
profundidad de labor se determina limitando la carrera del pistón en el
cilindro de control remoto.
Figura. Lanza articulada. 1) lanza articulada; 2) manguito de regulación; 3) articulación de la lanza.
En los
montados está la torreta para acoplar al tres puntos del tractor y las ruedas
limitan la profundidad mediante topes mecánicos regulables. Con respecto a la
trocha, es importante que sea múltiplo de 0,70 m para trabajar en rastrojos de
cultivos de escarda. En los modelos que pueden quitarse extensiones laterales
para achicar el ancho, las ruedas deben quedar siempre entre las púas. De lo
contrario pisarán el terreno arado en las pasadas sucesivas dejando huellas y
haciendo un trabajo desprolijo.
Accesorios para cincel
Con el agregado de accesorios y el cambio de distintas formas de reja se puede variar el equipamiento del cincel y por lo tanto la acción que éste realiza sobre el suelo. A manera de ejemplo podemos mencionar el agregado de un conjunto de cuchillas delanteras para el corte del rastrojo, el equipamiento con rejas para rastrojos y el montaje de un rolo trasero formado por paletas rotativas con eje horizontal que mezclan el material vegetal, desterronan y desmalezan. Así se tiene un cincel muy bueno para el borrado de surcos y la preparación de un excelente barbecho bajo cubierta. Otra alternativa son los cinceles con brazos "S" de mayor ancho que el normal, que le confiere gran robustez y elevada cantidad de vibraciones en dos sentidos (dirección de avance y transversal). Este implemento también está equipado con un rolo para desterronar y una rastra de peines que deja al sol las raíces de las malezas y nivela y sella el suelo para disminuir la evaporación de la humedad.
RecomendacionesCon el agregado de accesorios y el cambio de distintas formas de reja se puede variar el equipamiento del cincel y por lo tanto la acción que éste realiza sobre el suelo. A manera de ejemplo podemos mencionar el agregado de un conjunto de cuchillas delanteras para el corte del rastrojo, el equipamiento con rejas para rastrojos y el montaje de un rolo trasero formado por paletas rotativas con eje horizontal que mezclan el material vegetal, desterronan y desmalezan. Así se tiene un cincel muy bueno para el borrado de surcos y la preparación de un excelente barbecho bajo cubierta. Otra alternativa son los cinceles con brazos "S" de mayor ancho que el normal, que le confiere gran robustez y elevada cantidad de vibraciones en dos sentidos (dirección de avance y transversal). Este implemento también está equipado con un rolo para desterronar y una rastra de peines que deja al sol las raíces de las malezas y nivela y sella el suelo para disminuir la evaporación de la humedad.
*
Trabajar cuando el suelo está semiseco, para así lograr mejor
resquebrajamiento. El suelo húmedo es más elástico y no explota porque se
deforma.
* Para
trabajar a profundidades elevadas (18 cm o más) realizar por lo menos dos
pasadas a profundidades crecientes. Por ejemplo, primera pasada a 10 cm y
segunda a 15 o 18 cm y en sentido cruzado a la anterior. Lo óptimo es cuando
las trayectorias de las dos pasadas forman un ángulo de 30 grados.
* La
velocidad de labor también es importante: en general se debe trabajar a unos 8
km/h. No conviene superar mucho este valor para no dañar la estructura del
suelo ni consumir combustible en exceso. Si fuera necesario resquebrajar más el
suelo es preferible acercar los arcos y no aumentar la velocidad.
Herramientas
para descompactarSu misión es fracturar las zonas endurecidas del suelo sin mezclar las capas superficiales con las profundas. Se utilizan ocasionalmente antes de la arada y a manera de ejemplo se puede mencionar al para till y el paraplow.
Figura. Acción del para till ó Cultivie Referencias:
mullido del suelo sin mezclar sus capas.
El
para till cuenta con su bastidor rectangular donde los cuerpos se distribuyen
en mayor cantidad en el travesaño posterior. Su lanza es articulada para la
nivelación longitudinal. Realiza una remoción profunda del suelo y rompe capas
compactadas para mejorar la penetración del agua y raíces.
El
paraplow también cuenta con timones rígidos montados en un bastidor de arado de
rejas. Cada timón tiene en su parte anterior un filo desmontable que realiza el
corte vertical ayudado por una cuchilla circular de arado de rejas. En el
extremo inferior de cada timón se fija una púa de acero y por detrás de ella
una aleta abisagrada con oscilación libre que ayuda a la fractura del suelo.
El
timón del paraplow tiene un ángulo de 45º hacia su derecha que contribuye a
levantar las capas inferiores del suelo aumentando el efecto de mullido, pero
sin mezclarlas. La profundidad máxima de trabajo es de 36 cm.
Figura. Paraplow 1) bastidor de arado de
rejas; 2) timón y reja.
Figura. Acción del paraplow Cuerpo del paraplow, 1) bastidor; 2) timón; 3) reja; 4 uña; 5) cuchilla circular, evita atoradas con rastrojo.
El subsolador de campo es otro tipo de herramienta, que se utiliza para romper capas naturalmente duras de suelo. Cuenta con un bastidor en “V” provisto de timones rígidos y curvos de longitud regulable, que en su extremo portan una púa de acero acorazada. La profundidad máxima de trabajo es de 60 a 70 centímetros y su ancho de labor va de 1,50 m a 3,50 m, según la cantidad de timones. La potencia insumida es de 25 a 30 CV por timón.
Figura. Acción del paraplow Cuerpo del paraplow, 1) bastidor; 2) timón; 3) reja; 4 uña; 5) cuchilla circular, evita atoradas con rastrojo.
El subsolador de campo es otro tipo de herramienta, que se utiliza para romper capas naturalmente duras de suelo. Cuenta con un bastidor en “V” provisto de timones rígidos y curvos de longitud regulable, que en su extremo portan una púa de acero acorazada. La profundidad máxima de trabajo es de 60 a 70 centímetros y su ancho de labor va de 1,50 m a 3,50 m, según la cantidad de timones. La potencia insumida es de 25 a 30 CV por timón.
Subsolador (Deutz)
Mantenimiento de los implementos de labranza.
Es
común observar en el campo, una vez terminada la campaña, que los implementos
son depositados a la intemperie, sin ningún tipo de cuidado. "De todas
formas son fierros viejos", se suele escuchar, ni nos acordamos cuando
fueron comprados!" Grave error. Así, sólo se logrará acelerar su deterioro
y envejecimiento por la acción de las lluvias y del rocío. Si éste es su caso, cargará con los costos del tiempo
perdido en reparaciones que deberá efectuar durante la próxima campaña, y
eventualmente con la compra de nueva maquinaria.
Bajo techo sobre tacos
Es
importante que coloque los implementos bajo techo, dentro de un galpón, o en su
defecto en un tinglado, montados sobre tacos de madera o caballetes de poca
altura -que podrá construir usted mismo en hierro ángulo- y que tomarán la
herramienta desde su bastidor, de manera que ruedas, rejas o discos no soporten
peso alguno.
Limpieza con gasoil
A
continuación quite la tierra y los restos vegetales de ángulos, uniones y todos
los dobleces con cepillo o sopleteando en seco. En lo posible no aplique agua, porque a la larga el
óxido le recordará que esta práctica no es conveniente. Si de todas maneras lo
hace para quitar algún exceso de suciedad, seque de inmediato la humedad,
preferiblemente con aire comprimido. Para terminar, haga una sopleteada con gasoil.
Reposición de elementos gastados y rotos
Reponga
todos los elementos que no estén en buenas condiciones, como por ejemplo las cuchillas en los arados de rejas.
Recuerde que el tamaño de aquéllas determina la profundidad máxima a la que
pueden trabajar. Además, la cuchilla de cada cuerpo influye en la potencia que
éste insume, por lo que no sólo es importante la del último cuerpo, sino todas por igual.
Los
discos de las rastras deben tener un
tamaño parejo en cada implemento. En discos de menor diámetro por desgaste, no
se logrará igual penetración que en los otros, por ello será más dificultoso
alcanzar la profundidad de labor deseada. Por supuesto que asimismo es
importante reponer discos rotos y raspadores perdidos.
Controlar
en todos los implementos el desgaste
y ajuste de las masas de las ruedas y retenes, y de ser preciso remplazarlas.
Repaso de la bulonería
Cambie
todas las tuercas y bulones a los
que se les redondeó las caras de la cabeza por utilizar llaves de medidas o
normas equivocadas. Esto evitará pérdidas de tiempo valioso durante la próxima
campaña. Acto seguido realice un repaso general de ajuste de toda la bulonería, inclusive ruedas y elementos de regulación, como
fijaciones de cuchillas, rejas, rejitas y palancas.
Lubricación
Con la
máquina armada con todos sus elementos en condiciones, se procederá a engrasar
sus puntos con movimiento. Las masas
de las ruedas, rodamientos de las cuchillas, cojinetes de los discos, ejes y
palancas.
En los
casos en que no hay retenes, como
por ejemplo en ejes acodados, debe bombearse con la grasera hasta que cambie de
color el lubricante que sale como sobra. Ello ocurrirá cuando toda la grasa
vieja haya sido desplazada por la nueva, garantizándose de esa manera la
eliminación total de la suciedad. Es importante no quitar la grasa que ha quedado como rebaba, ya que tiene por
función proteger las zonas contra el ingreso de tierra. En los casos en que
existe retén, o capuchón de goma, engrasar lo suficiente, pero evitando reventar la mencionada
protección.
Es muy
importante utilizar grasas y aceites de
marca y calidad reconocidas.
Protección de los órganos activos
Cubrir
con una capa de grasa nueva las
superficies de rejas, cuchillas, púas y
rejitas, así se evitará que el aire las oxide estropeando el pulido que
realizó el mismo suelo durante el trabajo.
No es recomendable aplicar barnices,
pues su remoción será más trabajosa, ni
aceite quemado, porque los restos de combustión no serán lo mejor para la
superficie a proteger. Pero, si no se dispone de otra cosa recurra a ellos,
pues siempre resultarán mejor que dejar la superficie a la intemperie.
Durante el trabajo
Lubricación de puntos con movimiento
En las
ruedas con rodamientos a rodillos se
lubrica cada 100 horas de trabajo.
En los
cojinetes de los discos de arado se
controla cada 200 horas el nivel de aceite
de las masas; si es necesario agregar SAE 90.
Los cojinetes de los discos en rastras se
lubrican cada 50 horas de trabajo.
Cuidados de boquillas en mangueras de cilindros hidráulicos
Manténgalas
libres de tierra, para ello tenga siempre a mano una buena cantidad de trapo limpio. Antes de desacoplarlas quite la presión del cilindro, en caso
contrario, cuando vuelva a acoplarlas deberá golpear las bolillas de las
válvulas, lo que puede dañar sus superficies. Si no hay más remedio que
hacerlo, antes de golpearlas
envuélvalas con un trapo para evitar que se piquen.
Asegurar chavetas y pasadores
Su
control debe ser continuo, ya que el golpeteo contra el rastrojo y por los
desniveles del terreno hace que se descoloquen y pierdan.
Reposición de pernos fusibles
Si se
rompen debido a una sobrecarga repóngalos por de igual dureza y dimensiones. De no se respetarse sus
características, dejarán de cumplir su función de fusibles, poniendo en peligro
la integridad de otros componentes más valiosos del implemento.
Presión de los rodados
No
olvide su control periódico, ya que
suelen pincharse, sobre todo cuando tienen algún desgaste. Por ello, cuente con
auxilios a mano, de manera que su reparación no le haga perder tiempo valioso.
Ajuste de bulonería en general
Revísela
periódicamente, inclusive el de las ruedas. Esto le evitará pérdidas de tiempo
por extravío de elementos importantes durante el trabajo, como cuchillas y
pernos de enganche. Las llaves para el ajuste de bulones y tuercas deben ser de
las medidas y normas correctas.
Manual de uso y mantenimiento
Consulte
y respete sus indicaciones.
1) Mencionar tres aspectos básicos que definen el tipo de rastra de discos para labranza.
2)
Enumerar los motivos de base
por los que se dejaron de lado por numerosos agricultores muchas herramientas
de labranza. Hacer referencia al menos a tres motivos.
3)
Cuáles son las diferencias
básicas entre la labranza convencional y la vertical. Hacer referencia a dos
por lo menos.
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