2018-05-10

Laboreo de suelos.

Objetivos de la labranza

Crear una cama de siembra profunda con las características físicas, químicas y biológicas necesarias para el desarrollo del cultivo.

Enterrar residuos vegetales y animales con el fin de agregar humus y fertilidad al suelo.

Prevenir y destruir malezas u otro tipo de vegetación indeseable.

Acondicionar el suelo para permitir una buena circulación de aire.

Acondicionar el suelo para que retenga las aguas de lluvias.

Destruir los insectos, sus huevos, larvas y nidos.

Acondicionar la superficie del suelo para prevenir erosión eólica.




El conjunto denominado máquinas para labranza incluye una amplia variedad de herramientas la mayoría de las cuales, el productor deja de lado al adoptar en mayor o menor medida procedimientos conservacionistas como siembra directa y las labranzas mínimas. No es el objetivo en estas líneas hacer un análisis a fondo de los motivos del referido cambio, pero sí se presenta un breve análisis de la situación y luego sugerencias prácticas para la selección y uso de los equipos para labranza que son aplicados en mayor o menor medida por los agricultores.
Si pueden sintetizarse brevemente, las razones de fondo para se produzca este cambio: minimizar la pérdida de cobertura vegetal a fin de combatir la erosión de todo tipo, evitar la pérdida de estructura y el planchado de la capa superficial, no promover la pérdida de humedad acumulada en el perfil. Asimismo pueden anotarse a favor de la no labranza, el ahorro de: tiempo, combustible, mano de obra y uso de maquinaria, sin afectar los rendimientos.  


Labranza convencional
Con rebatimiento de suelo (labranza convencional)
Labranza vertical
Sin rebatimiento de suelo (labranza vertical)
·       Arado de reja y vertedera
·       Arado de cinceles
·       Arado de discos independientes
·       Cultivador de campo
·       Arado de discos verticales (rastrón)
·       Vibrocultivador
·       Rastras de discos
·       Escarificador o descompactador
Cuadro. Máquinas de uso frecuente.


Rastras de discos
En la actualidad se ofrecen alternativas muy variadas y el productor suele elegir su opción pensando en los trabajos que realizará, Cuadro Uso y tipo de rastra.


FIGURA 7.1 Discos lisos y dentados (Rastra de discos mixtos).


Uso y tipo de rastra
Espacio entre discos (mm)
Peso por disco (kg)
Diámetro del disco (“)
Discos lisos, dentados, mixtos
Preparación de sementeras, con poco corte de maleza. Tierras de agricultura / fruticultura. Rastra liviana.

180 a 200

20 a 45

20 a 24

Lisos / mixtos
Arar rastrojos con restos de cosecha. Rastra semipesada
200 a 230
45 a 70
24 a 26
Mixtos / dentados
Arar potreros o suelos más bien duros con abundante follaje. Rastra pesada.
230 a 280
70 a 90
26 a 28
mixtos / dentados
Arada post-desmonte. Rastra extra pesada.
Más de 280
Más de 90
28 a 32
Dentados




















CUADRO. Tipos de discos.



Nota: la bibliografía suele hacer referencia a “casquete” en lugar de “disco” debido a que este órgano activo de toda rastra posee la forma de “casquete esférico” como si fuera generado con el corte de un sector de una naranja. De manera tal que ofrece las siguientes dimensiones geométricas: una cara convexa, una cóncava, una flecha (la profundidad central de su concavidad), un diámetro. No obstante todo ello, en el campo de uso de estas herramientas se hace referencia al “disco”, por lo cual en estas líneas se aplica el mismo. Se habla de rastras de discos y no de rastras de casquetes.

En general las rastras excéntricas son aplicadas en labranza primaria debido a que son construidas con generoso peso por disco.

La aparición de los discos cónicos no relegó a los esféricos tradicionales, que son preferidos por dejar mayor cantidad de restos vegetales en superficie.

Un desarrollo aplicado en la industria de discos es el acero micro aleado al boro, que le confiere gran resistencia al desgaste por abrasión, debido a la dureza que es capaz de adquirir el acero en el temple.

Penetración de las rastras
Es la tendencia que ofrecen los discos de una rastra, a penetrar en el suelo. La profundidad de labor es la diferencia de nivel que existe entre el suelo sin trabajar y el fondo del surco abierto por los discos. Si bien la profundidad se mide en centímetros, la penetración no puede expresarse tan fácilmente en unidades.

La penetración de una rastra aumenta con el peso por disco (kg), el espacio entre discos (mm), el cruce de los cuerpos (grados de un ángulo), diámetro de los discos (pulgadas), y la forma del filo de los discos (liso o dentado). La profundidad de labor de una rastra, depende directamente de su penetración.

Rastra de tiro excéntrico
Problemas que se adjudican muchas veces al tractor, como falta de potencia, escaso peso, exceso de patinamiento, o elevado consumo de gasoil, son originados en un mal enganche o falta de puesta a punto de la rastra. Como ejemplo piense cuánta plata se ahorrará si disminuye el patinamiento del 20 al 12 %. Usted sabe que el ahorro será notable en litros de combustible y en neumáticos. Pero recuerde que también su equipo tendrá un andar mucho más sereno, con lo cual aumentará su vida útil y disminuirán los problemas mecánicos.

A continuación veremos una guía práctica para comenzar la labranza con el equipo a punto a fin de obtener su mejor rendimiento.

Cómo trabaja
En la gran mayoría de los modelos los dos paquetes de discos actúan de la siguiente manera: el delantero tira a la derecha y el trasero a la izquierda, quedando luego de la pasada un surco en el suelo a la derecha del ancho de trabajo.

Figura. Rastra de tiro excéntrico. Conjuntos (paquetes) de discos.


1) centro de resistencia de la rastra; 2) centro de enganche; 3) surco de la pasada anterior; 4) centro de tracción; 5) centro de potencia del tractor, 6) surco de la pasada actual.

Es muy importante tapar este surco con la pasada posterior, pues ello determina la ubicación de la rastra en las pasadas sucesivas.

Cerca del lugar donde se unen los dos paquetes, y aproximadamente a la mitad de la profundidad de trabajo, se ubica el centro de resistencia de la máquina, que es donde están aplicadas las fuerzas que actúan sobre ella. La posición del centro de resistencia varía según el ángulo que formen el eje de los discos con la perpendicular a la dirección de avance. Esto vale para el paquete delantero y el trasero.

La profundidad de trabajo de la rastra depende del mismo ángulo. Cuanto mayor sea éste mayor será la profundidad. También hay que tener en cuenta que los discos traseros trabajan en suelo más blando que los delanteros  porque ya ha sido laboreado por éstos. Por eso es que cuando el paquete delantero y el trasero trabajan con igual ángulo, las fuerzas que actúan en uno y otro quedan desequilibradas. Esto deberá ser compensado mediante el correcto enganche al tractor.

Cómo engancharla
Al observar el equipo desde arriba debe lograrse que la rueda trasera del tractor no pise el terreno arado de la pasada anterior, y que el tractor no reciba empujes laterales. Estas condiciones de trabajo son indeseables pues arruinan la labor realizada al dificultar el avance y la conducción del equipo aumentando el patinamiento y el desgaste del tractor.

Para obtener un enganche correcto se deberá:

1. Achicar al mínimo la trocha del tractor.

2. Con el implemento en posición de trabajo quitar los topes que limitan el movimiento lateral de la barra de tiro del tractor. Luego quitar en la rastra el bulón que limita la oscilación lateral de la lanza. De esta manera la lanza y la barra se moverán libremente hacia los costados.


Figura. Enganche barra y lanza. 1) perno limitador de oscilación lateral de la barra del tractor; 2) travesaño de enganche de la rastra; 3) placa de enganche de la rastra; 4) lanza de enganche de la rastra; 5)  barra de tiro del tractor.

 3. En esas condiciones hacer avanzar al equipo unos 10 metros. Posteriormente, con la máquina detenida, observar qué posición ha tomado la rastra, su lanza de tiro y la barra del tractor. Puede darse alguno de los casos siguientes:

* Que la rastra se ubique hacia la derecha del tractor (a). En esta situación el tractor no estará sometido a empujes laterales porque la lanza y la barra se ubicaron libremente, pero su rueda izquierda irá pisando el suelo trabajado en la pasada anterior. Por lo tanto éste no es el enganche buscado.

Figura. Regulación del enganche en el plano horizontal. a) sobre el surco; 1) centro de resistencia de la rastra; 2) surco pasada anterior; 3) surco de la pasada actual. En este caso el tractor pisa la tierra arada y el trabajo es desprolijo. ; b) lejos del surco; 1) centro de resistencia de la rastra; 2) surco de la pasada anterior; 3) la barra de tiro del tractor choca contra su soporte; 4) surco de la pasada actual. En este caso las ruedas izquierdas del tractor están alejadas del surco pero su barra choca contra el soporte, lo cual suele generar un empuje lateral que tiene a sacar al tractor de su línea de avance y tender a patinar algunos puntos más de lo necesario.

 * Que la rastra se sitúe hacia la izquierda del tractor (figura b). En esta ubicación el tractor no pisará el suelo trabajado, pero su barra de tiro está desplazada al límite izquierdo de su soporte y choca contra éste. Ello indica que el tractor sufre un empuje lateral hacia la izquierda (hacia donde tira su barra). Esto lo desviará de su dirección de avance, le quitará poder de tracción, aumentará el patinamiento y el desgaste.

* Cualquier situación intermedia entre las dos anteriores. En esta oportunidad el tractor no pisa tierra disqueada y el tiro se ubicó libremente sin que la barra llegara a la posición extrema provocando el empuje lateral excesivo, como lo muestra la figura Conjuntos de discos.

De todas las posiciones la más conveniente es aquella en la que debido a la ubicación que toma la rastra, la rueda del tractor pasa a una distancia del surco igual a medio ancho de su neumático. El tiro es lo menos oblicuo posible disminuyendo al mínimo el empuje lateral, lo cual se logra con la lanza del implemento y la barra del tractor libres, desplazando la placa de enganche en su travesaño hacia la derecha cuando se quiere correr el implemento a la izquierda, y viceversa. Luego de cada cambio de posición de la plaqueta se hace avanzar 10 metros al equipo y se observan los resultados.

Cuando se ha logrado el enganche correcto debe fijarse la lanza del implemento en el lugar resultante. También deben colocarse los topes de oscilación de la barra del tractor dejándole algunos centímetros de libertad para permitir los movimientos normales del trabajo, sin que éstos produzcan empujes laterales.

Otra consideración importante es que el enganche visto de costado se haga a la altura conveniente. Para ello alargue al máximo la barra de tiro del tractor. Luego tense un hilo o soga entre el centro de resistencia y el centro de tracción. Mirando de costado, el centro de enganche debe coincidir con el hilo tensado. Para ello se cuenta con la regulación en altura del travesaño.

En caso que el centro de enganche quedara por arriba del hilo (enganche alto), la rastra se clavará más de adelante y se desclavará de atrás, a la vez que perderá peso el tractor aumentando el patinamiento. Si, por el contrario, el centro de enganche quedara por debajo del hilo, la rastra clavará más sus discos traseros y desclavará los delanteros, transfiriendo peso al tractor y disminuyendo su patinamiento.

En algunos modelos la altura del enganche se regula mediante un resorte de tensión. Cuando el resorte se acorta, el resultado equivale a subir el enganche, y viceversa. 

FIGURA. Enganche en el plano vertical. 1) centro de resistencia de la rastra; 2) centro de enganche; 3) centro de tracción; 4) centro de potencia. Los cuatro puntos en una línea. Si la línea es quebrada aparecen fuerzas de arriba hacia abajo. En el caso de este esquema, la línea es levemente quebrada hacia abajo en el punto 2. Es decir el punto 2 esta más abajo que la ubicación correspondiente a la recta sin codos. Ello implica que al tirar, la rastra tiende a levantar sus discos delanteros y se cuelga del tractor contribuyendo a cargar el puente posterior del mismo. Ello ayuda a mantener el patinamiento del tractor .

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Paquete trasero
Siempre existe la posibilidad de desplazar los paquetes en forma independiente hacia la derecha o izquierda del bastidor de la máquina. Esta regulación debe aprovecharse para correr el paquete trasero levemente a la derecha. Mediante esta posición se logra que cada disco trasero trabaje en la porción de suelo que quedó entre dos discos delanteros y que asimismo tire a la izquierda la tierra que el disco delantero tiró a la derecha. Ello puede verse en la figura Conjuntos de discos.

Correcto lastrado
Las fuerzas que actúan sobre el implemento durante el trabajo hacen que el paquete delantero tienda a clavarse más en su extremo derecho y el trasero en su extremo izquierdo (los paquetes se clavan más del lado ahuecado de los discos). Por esta razón los discos de las referidas zonas sufren un desgaste más intenso que los otros y los paquetes van tomando forma de cono. Así, cuando se necesita lastrar para aumentar la penetración de los discos nunca debe hacérselo sobre los extremos nombrados. Si se necesita lastre, se lo debe colocar en la mitad derecha del paquete trasero y en la mitad izquierda del delantero.

Mantenimiento preventivo
Cuando trabaje con implementos nuevos no olvide ajustar todos los bulones y tuercas luego de las primeras horas de labor. Siempre habrá que prestar atención a la tuerca que sostiene los discos y separadores en su eje.
Al finalizar la campaña y durante el tiempo que no utilice la rastra proteja los discos con una capa de grasa o aceite para evitar el óxido. Recuerde que para realizar un buen trabajo y con menor esfuerzo de tracción los discos deben estar pulidos como espejos a fin de que no se adhiera tierra.
No descuide el engrase del implemento de acuerdo con el manual de instrucciones de la máquina.

Labranza vertical
Implementos para labranza vertical son los que trabajan sin invertir el pan de tierra dejando el rastrojo en superficie. Este tipo de labranza contribuye a proteger el suelo, pues reduce el impacto de las gotas de lluvia y favorece la captación del agua caída disminuyendo el escurrimiento por las pendientes del terreno hacia los bajos, lo que da más tiempo para que infiltre y mengua la evaporación. Todo esto da por resultado una mayor disponibilidad de agua para los cultivos y reducción de la erosión hídrica; asimismo mantiene la estructura del suelo, regenerando su porosidad, y brinda buenas condiciones de humedad y de aireación para el desarrollo de organismos benéficos, como las lombrices.

La protección de la capa de rastrojo y la rugosidad en la superficie del terreno que deja la labranza vertical constituye también una eficiente barrera contra la erosión eólica.
Otra característica ventajosa que a veces se asocia a este tipo de labranza es la disminución de la cantidad de labores que se le hace al suelo respecto de la labranza tradicional; asimismo se reduce el número de pasadas del tractor tanto por el mayor ancho de labor como por la cantidad de tareas que realiza un mismo implemento. Por ejemplo, el cultivador de campo en lugar de doble acción, rastra y rolo. Y aunque se utilicen estos tres últimos en tren de labranza convencional, convengamos que frecuentemente resultará más sencillo el cultivador desde diversos puntos de vista como conducción, regulación y mantenimiento.
Todo esto redunda en menos compactación del terreno, un menor consumo de gasoil, y una mayor posibilidad de realizar todos los trabajos en el momento oportuno.
Desde hace años existe una decidida tendencia por parte de los productores a usar más frecuentemente esta labranza debido a que se intensificó el uso agrícola de las tierras aptas para ella, aplicando con menor frecuencia las rotaciones con años de pasturas. Esto disminuye significativamente el tiempo de descanso de cada lote. Como lo anticipara hace ya más de veinte años un gran conocedor de la problemática agropecuaria argentina, “se ampliaron las fronteras agrícolas hacia el interior de la misma zona agrícola”. Por lo tanto, las prácticas conservacionistas, como el uso de labranzas vertical y reducidas,  ofrecen alternativas cada vez más valederas.
Entre los equipos para labranza vertical se han difundido más el arado de cinceles y el cultivador de campo para labranzas primarias y secundarias, respectivamente. Aunque en la práctica tal orden puede modificarse, ya que el cincel se suele aplicar en segundas aradas que forman parte de la labranza secundaria y los cultivadores de campo se utilizan para comenzar un barbecho como si fueran un implemento de labranza primaria. En este contexto entendemos por labranza primaria la que se realiza luego de la cosecha del cultivo anterior, y secundaria al conjunto de operaciones realizadas luego de la arada y antes de la siembra y que sus objetivos principales son combatir la maleza durante el barbecho, desterronar (sin pulverizar) el suelo, y preparar la cama de siembra. 
Implementos similares a los empleados en este tipo de labranza se usan también con éxito en otras tareas, como aireado e intersiembras de pasturas.
En realidad los estudiosos de estos temas denominan labranza primaria a la que se realiza por primera vez luego de un desmonte, o bien cuando se rotura un campo natural para implantar un cultivo. Luego, y por extensión del concepto, muchas veces se llama labranza primaria a la primer área de un rastrojo o a la roturación de una pradera. 
Arado de cinceles
El cincel es una herramienta de labranza primaria, como lo es el arado de reja en labranza convencional. Aunque esta afirmación no se cumple en todos los casos, ya que el cincel también puede ser aplicado junto a otros implementos, como las rastras de discos, o bien para romper un piso de arado, o asimismo para escarificar e intersembrar pasturas, es decir tratamientos que no son exclusivamente de labranza vertical ni de labranza primaria.

Entre sus componentes se destacan los timones o arcos construidos con aceros especiales, que por su elasticidad vibran durante el trabajo produciendo resquebrajamiento y explosión del suelo. Es importante que las rajaduras del suelo generadas por un arco se crucen con las de arcos vecinos. Para ello se debe combinar la profundidad de trabajo con la separación entre arcos. A mayor profundidad debe haber mayor separación entre cinceles. Este último valor puede regularse entre 23 y 35 cm en la mayoría de los modelos disponibles en el mercado. Si la profundidad final de labranza supera los 10 cm será conveniente llegar a ella en una segunda pasada. Pretender hacerlo en una sola producirá frecuente ruptura de arcos y resentirá la transmisión del tractor por efecto de la sobrecarga y el golpeteo generado por el implemento.

Otra característica de los arcos es que pueden ser fijos o con zafe mediante perno fusible, o de resorte y retorno automático. Estos últimos son útiles en suelos con piedras y raigones; pero lo fundamental es que no ceda el arco ante el aumento de la dureza del terreno, a fin de mantener constantes la profundidad de arada y la intensidad de vibración de los arcos para lograr un trabajo parejo.
También es importante en el diseño de los timones sus radios de curvatura, pues cuando son correctos el esfuerzo de tracción requerido disminuye considerablemente.
En el extremo de cada arco se abulona una reja, que puede ser de distinto tipo según el trabajo y las condiciones del suelo.


Figura. Arado de cinceles. Detalles del cuerpo de arado de cinceles.

De acuerdo a su relación con el tractor el cincel puede ser de arrastre o montado. En los de arrastre, la lanza de tiro es articulada al bastidor, o rígida con placa de enganche. Ambos mecanismos permiten nivelar eficazmente el implemento de manera que las púas delanteras profundicen igual que las traseras. Cuando el arado se clava en el suelo y la lanza es articulada se entierran todas las púas al mismo tiempo. Si la lanza es rígida se clavan primero las delanteras, lo cual facilita la entrada en suelos endurecidos.

Las ruedas sostienen al implemento durante el transporte y el trabajo, y la profundidad de labor se determina limitando la carrera del pistón en el cilindro de control remoto.

Figura. Lanza fija. 1) placa de enganche para regular altura del mismo.


Figura
.  Lanza articulada. 1) lanza articulada; 2) manguito de regulación; 3) articulación de la lanza.

En los montados está la torreta para acoplar al tres puntos del tractor y las ruedas limitan la profundidad mediante topes mecánicos regulables. Con respecto a la trocha, es importante que sea múltiplo de 0,70 m para trabajar en rastrojos de cultivos de escarda. En los modelos que pueden quitarse extensiones laterales para achicar el ancho, las ruedas deben quedar siempre entre las púas. De lo contrario pisarán el terreno arado en las pasadas sucesivas dejando huellas y haciendo un trabajo desprolijo.

Accesorios para cincel 
Con el agregado de accesorios y el cambio de distintas formas de reja se puede variar el equipamiento del cincel y por lo tanto la acción que éste realiza sobre el suelo. A manera de ejemplo podemos mencionar el agregado de un conjunto de cuchillas delanteras para el corte del rastrojo, el equipamiento con rejas para rastrojos y el montaje de un rolo trasero formado por paletas rotativas con eje horizontal que mezclan el material vegetal, desterronan y desmalezan. Así se tiene un cincel muy bueno para el borrado de surcos y la preparación de un excelente barbecho bajo cubierta. Otra alternativa son los cinceles con  brazos "S" de mayor ancho que el normal, que le confiere gran robustez y elevada cantidad de vibraciones en dos sentidos (dirección de avance y transversal). Este implemento también está equipado con un rolo para desterronar y una rastra de peines que deja al sol las raíces de las malezas y nivela y sella el suelo para disminuir la evaporación de la humedad.
Recomendaciones
* Trabajar cuando el suelo está semiseco, para así lograr mejor resquebrajamiento. El suelo húmedo es más elástico y no explota porque se deforma.

* Para trabajar a profundidades elevadas (18 cm o más) realizar por lo menos dos pasadas a profundidades crecientes. Por ejemplo, primera pasada a 10 cm y segunda a 15 o 18 cm y en sentido cruzado a la anterior. Lo óptimo es cuando las trayectorias de las dos pasadas forman un ángulo de 30 grados.

* La velocidad de labor también es importante: en general se debe trabajar a unos 8 km/h. No conviene superar mucho este valor para no dañar la estructura del suelo ni consumir combustible en exceso. Si fuera necesario resquebrajar más el suelo es preferible acercar los arcos y no aumentar la velocidad.

Herramientas para descompactar
Su misión es fracturar las zonas endurecidas del suelo sin mezclar las capas superficiales con las profundas. Se utilizan ocasionalmente antes de la arada y a manera de ejemplo se puede mencionar al para till y el paraplow. 

Figura. Paratill o Cultivie.1) cuchilla para corte de rastrojo a fin de minimizar las posibilidades de atoradas; 2) ángulo formado entre las secciones vertical y diagonal del timón; 3) timón. 

Con el paratill se busca la descompactación del suelo entre los 20 y 60 cm de profundidad. Su bastidor es una estructura rectangular con timones rígidos con un ángulo hacia un costado aproximadamente a la mitad de su cuerpo. Esta forma particular se logra un levantamiento de la capa de suelo sin con un mayor esponjado de la misma. La demanda de potencia es de unos 20 CV por timón.


Figura. Acción del para till ó Cultivie Referencias: mullido del suelo sin mezclar sus capas. 

El para till cuenta con su bastidor rectangular donde los cuerpos se distribuyen en mayor cantidad en el travesaño posterior. Su lanza es articulada para la nivelación longitudinal. Realiza una remoción profunda del suelo y rompe capas compactadas para mejorar la penetración del agua y raíces.

El paraplow también cuenta con timones rígidos montados en un bastidor de arado de rejas. Cada timón tiene en su parte anterior un filo desmontable que realiza el corte vertical ayudado por una cuchilla circular de arado de rejas. En el extremo inferior de cada timón se fija una púa de acero y por detrás de ella una aleta abisagrada con oscilación libre que ayuda a la fractura del suelo.

El timón del paraplow tiene un ángulo de 45º hacia su derecha que contribuye a levantar las capas inferiores del suelo aumentando el efecto de mullido, pero sin mezclarlas. La profundidad máxima de trabajo es de 36 cm.




Figura. Paraplow 1) bastidor de arado de rejas; 2) timón y reja. 



Figura. Acción del paraplow Cuerpo del paraplow, 1) bastidor; 2) timón; 3) reja; 4 uña; 5) cuchilla circular, evita atoradas con rastrojo. 


El subsolador de campo es otro tipo de herramienta, que se utiliza para romper capas naturalmente duras de suelo. Cuenta con un bastidor en “V” provisto de timones rígidos y curvos de longitud regulable, que en su extremo portan una púa de acero acorazada. La profundidad máxima de trabajo es de 60 a 70 centímetros y su ancho de labor va de 1,50 m a 3,50 m, según la cantidad de timones. La potencia insumida es de 25 a 30 CV por timón. 


Subsolador (Deutz)










Mantenimiento de los implementos de labranza. 
Durante los períodos de inactividad
Es común observar en el campo, una vez terminada la campaña, que los implementos son depositados a la intemperie, sin ningún tipo de cuidado. "De todas formas son fierros viejos", se suele escuchar, ni nos acordamos cuando fueron comprados!" Grave error. Así, sólo se logrará acelerar su deterioro y envejecimiento por la acción de las lluvias y del rocío. Si éste es su caso, cargará con los costos del tiempo perdido en reparaciones que deberá efectuar durante la próxima campaña, y eventualmente con la compra de nueva maquinaria.

Bajo techo sobre tacos

Es importante que coloque los implementos bajo techo, dentro de un galpón, o en su defecto en un tinglado, montados sobre tacos de madera o caballetes de poca altura -que podrá construir usted mismo en hierro ángulo- y que tomarán la herramienta desde su bastidor, de manera que ruedas, rejas o discos no soporten peso alguno.

Limpieza con gasoil

A continuación quite la tierra y los restos vegetales de ángulos, uniones y todos los dobleces con cepillo o sopleteando en seco. En lo posible no aplique agua, porque a la larga el óxido le recordará que esta práctica no es conveniente. Si de todas maneras lo hace para quitar algún exceso de suciedad, seque de inmediato la humedad, preferiblemente con aire comprimido. Para terminar, haga una sopleteada con gasoil.

Reposición de elementos gastados y rotos

Reponga todos los elementos que no estén en buenas condiciones, como por ejemplo las cuchillas en los arados de rejas. Recuerde que el tamaño de aquéllas determina la profundidad máxima a la que pueden trabajar. Además, la cuchilla de cada cuerpo influye en la potencia que éste insume, por lo que no sólo es importante la del último cuerpo, sino todas por igual.

Los discos de las rastras deben tener un tamaño parejo en cada implemento. En discos de menor diámetro por desgaste, no se logrará igual penetración que en los otros, por ello será más dificultoso alcanzar la profundidad de labor deseada. Por supuesto que asimismo es importante reponer discos rotos y raspadores perdidos.

Controlar en todos los implementos el desgaste y ajuste de las masas de las ruedas y retenes, y de ser preciso remplazarlas.

Repaso de la bulonería

Cambie todas las tuercas y bulones a los que se les redondeó las caras de la cabeza por utilizar llaves de medidas o normas equivocadas. Esto evitará pérdidas de tiempo valioso durante la próxima campaña. Acto seguido realice un repaso general de ajuste de toda la bulonería, inclusive ruedas y elementos de regulación, como fijaciones de cuchillas, rejas, rejitas y palancas.

Lubricación

Con la máquina armada con todos sus elementos en condiciones, se procederá a engrasar sus puntos con movimiento. Las masas de las ruedas, rodamientos de las cuchillas, cojinetes de los discos, ejes y palancas.

En los casos en que no hay retenes, como por ejemplo en ejes acodados, debe bombearse con la grasera hasta que cambie de color el lubricante que sale como sobra. Ello ocurrirá cuando toda la grasa vieja haya sido desplazada por la nueva, garantizándose de esa manera la eliminación total de la suciedad. Es importante no quitar la grasa que ha quedado como rebaba, ya que tiene por función proteger las zonas contra el ingreso de tierra. En los casos en que existe retén, o capuchón de goma, engrasar lo suficiente, pero evitando reventar la mencionada protección.

Es muy importante utilizar grasas y aceites de marca y calidad reconocidas.

Protección de los órganos activos

Cubrir con una capa de grasa nueva las superficies de rejas, cuchillas, púas y rejitas, así se evitará que el aire las oxide estropeando el pulido que realizó el mismo suelo durante el trabajo.

No es recomendable aplicar barnices, pues su remoción será más trabajosa, ni aceite quemado, porque los restos de combustión no serán lo mejor para la superficie a proteger. Pero, si no se dispone de otra cosa recurra a ellos, pues siempre resultarán mejor que dejar la superficie a la intemperie.

Durante el trabajo

Lubricación de puntos con movimiento

En las ruedas con rodamientos a rodillos se lubrica cada 100 horas de trabajo.

En los cojinetes de los discos de arado se controla cada 200 horas el nivel de aceite  de las masas; si es necesario agregar SAE 90.

Los cojinetes de los discos en rastras se lubrican cada 50 horas de trabajo.

Cuidados de boquillas en mangueras de cilindros hidráulicos

Manténgalas libres de tierra, para ello tenga siempre a mano una buena cantidad de trapo limpio. Antes de desacoplarlas quite la presión del cilindro, en caso contrario, cuando vuelva a acoplarlas deberá golpear las bolillas de las válvulas, lo que puede dañar sus superficies. Si no hay más remedio que hacerlo, antes de golpearlas envuélvalas con un trapo para evitar que se piquen.

Asegurar chavetas y pasadores

Su control debe ser continuo, ya que el golpeteo contra el rastrojo y por los desniveles del terreno hace que se descoloquen y pierdan.

Reposición de pernos fusibles

Si se rompen debido a una sobrecarga repóngalos por de igual dureza y dimensiones. De no se respetarse sus características, dejarán de cumplir su función de fusibles, poniendo en peligro la integridad de otros componentes más valiosos del implemento.

Presión de los rodados

No olvide su control periódico, ya que suelen pincharse, sobre todo cuando tienen algún desgaste. Por ello, cuente con auxilios a mano, de manera que su reparación no le haga perder tiempo valioso.

Ajuste de bulonería en general

Revísela periódicamente, inclusive el de las ruedas. Esto le evitará pérdidas de tiempo por extravío de elementos importantes durante el trabajo, como cuchillas y pernos de enganche. Las llaves para el ajuste de bulones y tuercas deben ser de las medidas y normas correctas.

Manual de uso y mantenimiento

Consulte y respete sus indicaciones.


  Preguntas del capítulo
1)             Mencionar tres aspectos básicos que definen el tipo de rastra de discos para labranza.

2)             Enumerar los motivos de base por los que se dejaron de lado por numerosos agricultores muchas herramientas de labranza. Hacer referencia al menos a tres motivos.

3)             Cuáles son las diferencias básicas entre la labranza convencional y la vertical. Hacer referencia a dos por lo menos.















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