Secado y acondicionado del forraje cortado
Es el
descenso del contenido de agua de las plantas hasta el 20% de humedad que
permite su conservación como heno.
Durante
este proceso se producen pérdidas
sistemáticas y eventuales.
1 Sistemáticas:
1.1 Por continuación de la actividad metabólica:
luego del corte el ritmo de la fotosíntesis se reduce significativamente
pero la respiración continúa hasta que
la humedad desciende al 50%. Ello implica un consumo de azúcares que no son
regenerados, hasta que no baje la humedad.
1.2 Por irradiación, que
destruye el carotene (provitamina A, en especial ante un elevado contenido de
humedad.
2 Pérdidas eventuales
2.1 Rocío: humedece el forraje
semiseco. Altera los nutrientes, ocasiona fermentaciones (bacterias y
hongos) indeseables en partes del
forraje no expuestas al sol de manera directa.
2.2 Lluvia. Ocasiona pérdidas muy
importantes: lixiviación de nutrientes solubles, con lo cual redice la
digestibilidad. Aumenta la concentración de nutrientes de baja digestibilidad.
Torna quebradizo el material, proliferan hongos, material aún verde, prolonga
la respiración; en el material ya seco ocasiona daño mecánico y pérdida de
hojas.
3.2 Viento fuerte:
pérdida de hojas en las andanas ya hechas.
Pre
deshidratado
Operación
complementaria para acelerar el secado del heno, en términos generales reduce
este secado a la mitad del tiempo.
Reduce
significativamente las pérdidas sistemáticas y reduce el riesgo de las
accidentales.
Acondicionadoras
En
general una misma máquina siega, acondiciona, e hilera. Por ello se habla de segadoras-acondicionadoras-hileradoras.
El acondicionado es acelerar el secado del material previamente segado. Se
busca con ello apresurar la pérdida de humedad por parte de los tallos que
deben secarse aproximadamente al mismo tiempo que las hojas, a fin de estas
últimas no se desprendan y caigan al piso, en cuyo caso no formarán parte del
fardo o del rollo, con lo cual se perderá la parte del cultivo de mayor
contenido en vitaminas y proteínas. EL contenido de humedad para lograr una
buena calidad de heno debe ser del 20 %. Además el secado acelerado, brinda
mayores oportunidades de escapar a condiciones climáticas adversas a la calidad
del forraje, como alta humedad ambiente y lluvias.Acondicionadoras
Cuando las plantas son apretadas por los rodillos, estos producen el efecto de quebrado y aplastado principalmente de los tallos, también en hojas (dependiendo de la regulación del sistema). Estas quebraduras generan una vía de deshidratación de las plantas en la zona de los tallos donde se encuentra la mayor concentración de agua, siendo vital la reducción de la cantidad de agua almacenada a la hora de confeccionar heno de alta calidad.
Este procedimiento esta relacionado con la apertura y cierre de los rodillos, (acercarlos o alejarlos).
A medida que disminuye la separación entre los rodillos acondicionadores aumenta el acondicionamiento del forraje, (secado más rápido en la hilera). Por lo contrario aumentando la separación entre los rodillos, disminuye el acondicionamiento de la pastura, (secado más lento en la hilera).
En la actualidad se aplican dos tipos de acondicionadoras. a) Las de rodillos acanalados que se utilizan para trabajar con especies de tallos y hojas frágiles como leguminosas. Los rodillos producen el quebrado de los tallos en sentido longitudinal, acelerando muy bien la pérdida de agua.
FIGURA Segadora con rodillos acondicionadores: 1) rodillo; 2) disco
segador; 3 patín deslizante copia el terreno.
La presión entre los rodillos se regula de acuerdo a la cantidad de forraje a acondicionar y el tipo de forraje. La velocidad de giro de los rodillos es constante pero siempre mayor a la de avance de la máquina.
La presión entre los rodillos se regula de acuerdo a la cantidad de forraje a acondicionar y el tipo de forraje. La velocidad de giro de los rodillos es constante pero siempre mayor a la de avance de la máquina.
Las chapas hileradoras son ángulo regulable de acuerdo a la andana que se desea armar y a la densidad de la pastura.
FIGURA Segadora
acondicionadora de dedos 1) pastura cortada; 2)
forraje acondicionado; 3) dedo acondicionador; 4) patín; 5) cuchilla.
La Argentina es uno de los países de menor
venta de cortadoras e hileradoras de discos con acondicionador de
Latinoamérica. Cortar la alfalfa con hélices desmalezadoras es sinónimo de pérdidas de hojas, de pérdidas de coronas, de pérdida de capacidad de rebrote, de pérdida de longevidad de la pastura; cortar y
andanar sin acondicionar implica perder hojas en la confección. El
acondicionador acelera el proceso de pérdidas de humedad del tallo y evitar que
la hoja se reseque perdiéndose nutrientes por respiración. La diferencia entre cortar la
alfalfa con disco y acondicionador, versus cortarla con una desmalezadora, es
simplemente poder hacer rollos con hojas (el 65% del valor nutritivo del heno
de alfalfa está en la hoja) o hacer un rollo con palos sin valor nutritivo (muy
caro e ineficiente).
Figura. Acondicionador de dedos
recomendado para gramíneas, 1 peine de dedos estáticos, 2 peine de dedos
dinámicos.
Rastrillos
Los rastrillos se pueden utilizar con diferentes objetivos. Uno es para acelerar el secado cuando este llega al 30 o 40 % de humedad y se estabiliza. Con el rastrillo se puede volver a acelerar el secado de manera de reducir el tiempo de espera y así reducir las posibilidades de pérdidas de calidad del heno. Otro objetivo que se busca con los rastrillos es dar vuelta la andana y acelerar su secado. Esto es especialmente importante en pasturas de alto volumen y de suelo con alta humedad. En estas circunstancias el sol y el viento no alcanzan a secar todo el perfil de la andana. Así se obliga el rastrillado para dar vuelta el forraje y acelerar su secado. Esta operación se puede llamar "virandanar".
Otro objetivo importante es aumentar la densidad de las hileras o andanas que levantan las rotoenfardadoras, de manera que para hacer un rollo se recorran menos metros, y por ende lleve menos tiempo. La rotoenfardadoras de la actualidad lo permiten.
La
evolución de los rastrillos ayuda a entender porque los rastrillos estelares son los más
utilizados en nuestro medio.
Los
primeros fueron los rastrillos de descarga
discontinua, que eran para tracción a sangre.
Figura.
Descarga discontinua, tracción a sangre (Fuente J. Deere)
Más tarde aparecieron los rastrillos de descarga continua en versiones para caballo y también para tractor.
Descarga continua, cabezales rectos.
El rastrillo de descarga continua de cabezales oblicuos apareció luego como una mejora respecto de los rastrillos de cabezales rectos, sus antecesores.
Más tarde aparecieron los rastrillos de descarga continua en versiones para caballo y también para tractor.
Descarga continua, cabezales rectos.
El rastrillo de descarga continua de cabezales oblicuos apareció luego como una mejora respecto de los rastrillos de cabezales rectos, sus antecesores.
Figura
. El rastrillo de cabezales oblicuos fue un avance respecto del de cabezales
rectos. El de oblicuos mueve el forraje una distancia menor (A) que el de
rectos (B), por ello desojaba menos el forraje. Fuente Harris Person Smith.
Rastrillo
de cabezales oblicuos (barras paralelas). Toma movimiento de sus ruedas. Fuente N. Holland.
Rastrillo de
cabezales oblicuos (barras paralelas). Toma movimiento de la toma de potencia. Fuente J. Deere.
Figura.
El rastrillo empuja el forraje como el remo al agua. (Fuente Harris Person Smith)
Figura. Rastrillo
de cabezales oblicuos, dos cuerpos en “V” 12 a 14 pies de ancho, dos hileras
juntas en una pasada. O bien en tándem con 16 y 18 pies de ancho total, termina
la superficie en casi la mitad de tiempo. (Fuente N. Holland).
Figura. Inclinación
de las barras de acuerdo al estado del cultivo en el rastrillo de cabezales
oblicuos (Fuente N. Holland).
Figura. Trasmisión de movimiento desde la rueda motriz en el rastrillo de cabezales oblicuos. (Fuente N. Holland)
Figura. Accionamiento del embrague desde el tractor en el rastrillo de cabezales oblicuos. (Fuente N. Holland).
Figura. Trasmisión de movimiento desde la rueda motriz en el rastrillo de cabezales oblicuos. (Fuente N. Holland)
Figura. Accionamiento del embrague desde el tractor en el rastrillo de cabezales oblicuos. (Fuente N. Holland).
Figura. Regulación
de altura de trabajo. Permite controlar o minimizar la incorporación de tierra
a la andana, y minimiza los daños a los dientes en el rastrillo de cabezales
oblicuos. (Fuente N. Holland).
Figura. Trasmisión de movimiento con motor hidráulico (reemplaza a la rueda motriz y transmisión por cardan) en el rastrillo de cabezales oblicuos. Fuente N. Holland).
El ancho de labor
del rastrillo de cabezales oblicuos de acuerdo al modelo es de 2,6 m a 2,9 m. Trabando en tándem o en “V” puede llegar a los 5,5 m. El rastrillo se utiliza con distintos objetivos. Uno es juntar el heno desparramado ó andanado de manera no conveniente, para formar una andana compacta y entorchada, es decir retorcida como una soga, para que posteriormente el recolector de la rotoenfardadora o enfardadora lo levante con facilidad. El rastrillo es para orear el pasto segado a fin de acelerar la pérdida de humedad. También se lo puede aplicar para juntar andanas en el caso que estas resulten de escaso contenido de pasto para la máquina que debe empaquetar el heno. El rastrillo puede ocasionar altas pérdidas de hojas. Por ello siempre se busca que el rastrillo aplique un recorrido corto, a baja velocidad y sin sacudidas para minimizar las pérdidas de hojas.
Se busca el sistema que trate más suavemente al material, lo golpee menos y lo mueva la menor distancia posible.
Por
otro lado, la forma de aprovechar al máximo la capacidad de trabajo de la
rotoenfardadora o de la enfardadora, que ambas son las limitantes de la
capacidad de trabajo del equipo, es que las andanas respondan a la capacidad de
proceso de la máquina.
Figura. Trasmisión de movimiento con motor hidráulico (reemplaza a la rueda motriz y transmisión por cardan) en el rastrillo de cabezales oblicuos. Fuente N. Holland).
El ancho de labor
del rastrillo de cabezales oblicuos de acuerdo al modelo es de 2,6 m a 2,9 m. Trabando en tándem o en “V” puede llegar a los 5,5 m. El rastrillo se utiliza con distintos objetivos. Uno es juntar el heno desparramado ó andanado de manera no conveniente, para formar una andana compacta y entorchada, es decir retorcida como una soga, para que posteriormente el recolector de la rotoenfardadora o enfardadora lo levante con facilidad. El rastrillo es para orear el pasto segado a fin de acelerar la pérdida de humedad. También se lo puede aplicar para juntar andanas en el caso que estas resulten de escaso contenido de pasto para la máquina que debe empaquetar el heno. El rastrillo puede ocasionar altas pérdidas de hojas. Por ello siempre se busca que el rastrillo aplique un recorrido corto, a baja velocidad y sin sacudidas para minimizar las pérdidas de hojas.
Se busca el sistema que trate más suavemente al material, lo golpee menos y lo mueva la menor distancia posible.
El ideal es que el material este lo más desparramado posible hasta que llegue a la
humedad del 30% que es cuando comienza a ser susceptible a la pérdida de hojas.
Luego se rastrilla para que siga perdiendo humedad y pierda la menor cantidad
de hojas posible.
Rastrillos estelares
Por
ello los rastrillos estelares, que
reúnen bastante de estas características en su tratamiento al forraje, son los
que se han impuesto en la actualidad, aunque su inconveniente es que incorpora
tierra al forraje. Los anchos de trabajo varían en función de la cantidad de
estrellas, que corrientemente varía entre 4 y 8. Es preferible utilizar el
rastrillo a no más de 7 km/h para no maltratar el forraje. Debido al bajo
consumo de potencia y al tipo de trabajo, es grande la tentación de realizar el
trabajo a alta velocidad, lo cual, comúnmente se hace. Pero en esta etapa
pueden ocurrir el 30 % de las pérdidas ocasionadas durante toda la
henificación. Otros rastrillos que ofrecen buen resultado son los giroscópicos,
cuyos brazos giratorios soportan en su extremo distal, un conjunto de dedos
elásticos, que permanecen en posición vertical en su giro, barriendo suavemente
el forraje hasta que llegan al sector donde encuentran una lona que, como
pantalla cuelga desde un brazo estático. En este momento los dedos se elevan y dejan
el forraje contra la lona, la cual lo va acumulando en una hilera. Las unidades
de mayor ancho de barrido presentan dos y tres torres cada una con varios
brazos giratorios. Estos rastrillos giroscópicos, tratan bien al material y
como no tocan el suelo, no incorporan tierra a la andana.
Con al
andana armada resulta fundamental no
equivocarse en el contenido de humedad
para determinar el momento del empaquetado. Entonces, se recurre al ojo de
mayor experiencia, que de todas maneras no deja de emitir un juicio subjetivo y
discutible. Hoy, sin embargo, contamos con precisos medidores de humedad del heno que brindan datos con muy certeza y
permiten tomar decisiones con gran seguridad.
Figura. Medidor
electrónico de humedad de heno.
Al medir la
humedad, es recomendable comprimir el heno en un recipiente de plástico para no
modificar la conductividad eléctrica durante la medición, (simular el empacado
del mismo con presión), debido a que la humedad que se mide es diferente en
heno flojo o heno a presión.
Rastrillo estelar
Rastrillo estelar, las estrellas toman movimiento del suelo.
Rastrillo
estelar en “V” con giro asistido por uniones cardánicas.
-
En los avances logrados en los rastrillos estelares, se hace referencia a un
sistema de transmisión, que permite el giro de las estrellas a una velocidad
acorde a la de avance del rastrillo, sin
necesidad que sus púas toquen el suelo, independientemente del ángulo de
barrido de sus ruedas estrellares.
-Zafes
en los mandos de los cardanes articulados en cada brazo pivotante, absorben las
diferencias de velocidades tangenciales que toman las ruedas estelares en el
momento del giro en las cabeceras y también durante las paradas bruscas durante
el trabajo (movimiento inercial).
-
Poseer altura regulable en cada extremo de los bastidores pivotantes porta
estrellas, a través de un sistema de paralelogramo regulable por roscas, sobre
rodados que van copiando las irregularidades del terreno, dando así el despeje
necesario para mover la andana sin tocar el suelo. Más allá que eventualmente
puede rozar el suelo.
Permite regular el ancho de andana según las
condiciones ambientales o el ancho de trabajo de la máquina empacadora o
picadora.
Figura.
Rastrillo estelar con ruedas de sostén y árboles cardánicos.
Rastrillos giroscópicos
En los rastrillos giroscópicos, el ajuste de la altura de trabajo dependerá muchas veces
del tipo de suelo y de la nivelación del terreno. En la práctica, el trabajo
debe realizarse a mayor altura en
terrenos desparejos y con suelo suelto, que en terrenos parejos (nivelados) y
en condiciones más firmes.
FIGURA Rastrillo
giroscópico. Toma movimiento de la toma de potencia del tractor.
Figura. Rastrillo giroscópico
hilerado un cultivo cortado. Toma
de potencia 350 a 400 rpm. (evitar las 540 rpm).
Los
dientes cortos y rígidos situados prácticamente debajo del brazo, funcionan sin
problemas en terrenos bien nivelados, pero se adaptan con dificultad a un
terreno desparejo. En tales condiciones, los dientes tocan el suelo y ponen tierra
en el forraje. Con dientes de más longitud, y flexibles ubicados detrás del brazo
portadientes minimizan la entrada de tierra en el forraje, incluso en suelos
desparejos.
El
hilerado con rastrillo, la última operación antes de la recolección y empacado
e influye de lleno en el buen desempeño de la enfardadora. Para que la máquina
pueda recoger el forraje con la menor cantidad de pérdidas, el ancho de la
hilera ha de corresponder con el ancho del recolector de la rotoenfardadora o
de la enfardadora. También se precisa considerar el espacio entre las ruedas
del tractor.
Una hilera uniforme y aireada mejora la
alimentación de la máquina de recolección, potenciando por consiguiente, el
efecto de una buena siega y la calidad del forraje. Hileras mal formadas o irregulares
causan muchas veces bloqueos o una reducción de la capacidad de recolección.
Figura. Rastrillos
giroscópicos armando una hilera con el material de dos hileras para reducir el
tiempo de enfardado.
Figura. Rastrillos
giroscópicos, en tándem hilerando en la
mitad de tiempo.
Referencias: 1 brazo de peines; 2 eje motriz; 3 pista de los brazos de peines.
Figura.
Rastrillo giroscópico. Carter central
con los elementos de rotación de brazos.
Referencias: 1 brazo de peines; 2 eje motriz; 3 pista de los brazos de peines.
Figura.
Cardan en el rastrillo giroscópico.
Figura. Rastrillo
giroscópico, rueda palpadora con regulación de altura y cardan de transmisión.
Los
brazos tangenciales y acodados tratan mejor el material, (lo mueven distancias
menores que si fuesen radiales y rectos).
Esparcidores giroscópicos o henificadores.
Esparcidores giroscópicos o henificadores.
Son utilizados para abrir las andanas y esparcirlas a fin de que circule el aire
y se acelere su oreado. Un par de púas en los extremos de cada brazo,
verticales o bien con un ángulo que forman con la vertical, hacia afuera del
eje de rotación. La acción sobre el heno se regula con la inclinación del eje
hacia adelante en el sentido de avance del equipo. Ofrecen un número par de
cuerpos (rotores) cuyos ejes giran en sentidos opuestos. Cada uno con una rueda
de sostén autoguiada estructura que permite copiar los desniveles del terreno.
Son aireadores de heno esparcido (henificadores). Se ofrecen algunos modelos en los cuales, ajustando
el ángulo de los dientes hacia el eje de rotación y equipándolos con pantallas (equipos
de dos rotores) se pueden utilizar como rastrillos hileradores. En otros casos
los brazos soporte de las púas pueden girar sobre si mismos, colocando a éstas
en posición horizontal, con lo que se favorece la formación de andanas.
Henificadores. ejemplos de anchos de barrido 4,6 m o 5,2 m.
No hay comentarios:
Publicar un comentario