Para no quedarse
Unas
de las claves para mantener el equipo es la renovación de cada unidad en el
momento oportuno. Un error en este concepto puede costar muchas hectáreas de
trabajo, cuando no demoler parte de la empresa misma, llegando muchas veces
hasta su desaparición.
Si
está pensando en el futuro de su empresa o delineando algún futuro escenario
probable, es muy atinado estimar los costos que le generará la operación de
nuevos equipos, con los que deberá contar para mantenerse competitivo. Será
necesario afinar el lápiz para bajar costos. Compare sus estimaciones con
alternativas de adquirir otras máquinas de menor valor, particularmente si bajan
las hectáreas a trabajar.
Mucho
se habla de costos operativos, y en ellos se incluyen los gastos como el
combustible, la mano de obra, el mantenimiento y reparaciones de los equipos,
los gastos en personal el cual además de las remuneraciones considera la comida,
los traslados de la misma gente y el funcionamiento del campamento como es
requerido.
Otro
rubro de importancia operativa es el transporte del equipo en ruta, carretones,
peajes, tiempos requeridos para los viajes, sólo para empezar a delinear costos.
Para
lo último quedan las amortizaciones, que de no considerarlas, tal omisión
comenzará a sentirse sin excepciones en el corto o en el mediano plazo.
“Yo
no amortizo el equipo en esta época porque si lo hago no salgo a trabajar” se
escucha algunas veces de boca de algún trajinado contratista. “Salgo al menos
para pagar los sueldos, o para mantener al cliente” también se sostiene no
pocas veces.
Será
bueno tener en cuenta que si paga los sueldos sin amortizar lo hará por pocas
campañas, ya que de a poco va abandonando su equipo al desgaste y también a la
obsolescencia, implacable y veloz típica de nuestra época.
Y
si lo hace para no perder el cliente quien no le permite amortizar sus
herramientas, mejor sería que ese negocio con dicho cliente lo concretara la
competencia. Luego cuando se queden afuera del mercado quienes no amortizan, los
mismos clientes irán a buscar a los que sí lo hacen.
Si
así no se puede trabajar o hacer negocio, algo no está adecuadamente manejado,
porque no amortizar es asegurarse la desaparición del mercado por parte de la
empresa maquinaria.
Asimismo
es oportuno señalar que existen métodos para aplicar una amortización que
tienen que ver con la contabilidad de la empresa o con regímenes impositivos
determinados. No obstante en estas líneas se ve a la amortización como la
herramienta que permite reponer a tiempo cada unidad, a fin de mantener a la
empresa de manera competitiva en el mercado del servicio con equipos.
Depreciación
Hay
sin duda varias maneras de practicar la amortización del equipo, lo importante
es mantener una, constante en el método, y si se cambia, tener muy en claro
cuál es el nuevo procedimiento y hacia cual puerto nos lleva. Si Ud hace una
rotación de unidades, y todos los años cambia una, y tiene como resultado que
cada unidad es remplazada en tiempo y forma como para mantener actualizado y en
óptimo funcionamiento el equipo, resulta ser un procedimiento más que adecuado.
Por el contrario, si sabe que su equipo no tiene la misma competitividad que
hace un par de campañas pasadas, aunque tenga las mismas prestaciones, piense
cómo será su equipo en dos o tres años. Y entonces tome las decisiones necesarias
antes de que sea tarde y empeore la situación de la empresa y de quienes
trabajan en ella.
A
esta altura de nuestro análisis, podemos hacer referencia al término depreciación y recordar que por él se
entiende la declinación del valor de la maquinaria debido a la edad, el uso, o
la aparición de nuevas tecnologías que la vuelven obsoleta. Para compensar la
depreciación y no perder el valor de la máquina, se carga una amortización
sobre el costo operativo.
La
depreciación de una máquina se encuentra comprendida en los llamados costos
fijos que además incluyen, o deberían incluir, interés del dinero invertido,
la guarda, los seguros y los impuestos que
no se pueden cargar en forma directa en lo que se cobra por el servicio
brindado a terceros con el equipo. Otros son los costos variables, que esta
vez escapan al presente análisis.
La
amortización puede ser aplicada en períodos anuales y entonces para calcular la
amortización anual de una máquina en
particular, tome lo que paga por ella, réstele lo que piensa obtener cuando la
venda, y divida la resta por los años que estima ser su dueño. Por ejemplo,
suponga una pulverizadora autopropulsada de $ 900.000 de precio de lista (en
estos cálculos siempre nos referimos a valores sin IVA). Como Ud. realiza un
"buen negocio" y obtiene un descuento de $ 15.000, paga por ella $
885.000. Además espera venderla a $ 200.000 luego de usarla durante 7 años. La
amortización anual será de $ 97.857 por año ($ 885.000 menos $ 200.000 dividido
por 7 años).
Recordemos
que lo analizado se llama depreciación
económica. Existe también la depreciación
impositiva, que es la porción de valor a nuevo de la máquina, que los
organismos oficiales (municipios, etc.) restan, para calcular las patentes o
impuestos conque gravan dicha máquina.
Tanque y tractor
Suponga
que Ud. compra un tanque para el agua limpia con 3 años de uso. Paga por el $ 30.000,
cuando uno nuevo de lista sale $ 50.600. Cuando lo venda luego de usarlo 10
años, espera recuperar $ 15.000. Quiere decir que la amortización anual
estimada es $1.500 por año.
Entonces
la pulverizadora y el tanque tienen una amortización anual total: $/año 97.857
+ $/año 1.500 = $/año 99.357.
Considerando
2,5 meses de trabajo incluidos los tiempos de viaje, al trabajar unas 15.000
ha/año el equipo completo tendrá una amortización por ha de $/año 99.357 /
15.000 ha/año = 6,63 $/ha de amortización.
A
este valor deberá sumarse el interés al capital, tema que dejamos para otro
análisis.
Bajando el costo
Una
manera de bajar el costo de la amortización, es aumentar la superficie
trabajada por año. Por ejemplo si se trabajan 18.000 hectáreas, siempre que la
ventana de operación anual (sumadas todas las ventanas de los lotes y/o
cultivos en los que se trabaja) lo permita, se tiene la nueva situación: $/año
99.357 / 18.000 ha/año =5,52 $/ha de amortización.
Es
decir que al sumar 3.000 ha de trabajo anuales, el costo de amortización baja
de $/ha 6,63 a $/ha 5,52. Asimismo, el cambio implica una mayor facturación de
la empresa.
Amortización ¿costo
fijo o variable?
Depende
del uso anual que le imprima a su equipo. Solo a los fines de cálculo se supone
que una máquina tiene una vida útil (algo así como el período de tiempo
promedio aproximado durante el cual se usa y luego se vende), expresada en años
(15 para un tractor, luego del cual es posible que se vuelva obsoleta) y en
horas (12.000 para un tractor luego del cual es posible que su desgaste
disminuya su rendimiento en el trabajo). Son valores prácticos que solo sirven
para estimaciones. Dividiendo las horas por los años, se tiene un valor en
horas / año (12.000/15 = 800 h/año) llamado punto de indiferencia. Si el uso
anual de una máquina supera el punto de indiferencia, la amortización será un
costo variable "porque su reposición probablemente ser cuando se
gaste". De lo contrario ser fijo porque su reposición probablemente
será antes de que se gaste.
A
veces en el campo se escucha “este tractor es tan viejo que no vale nada”. Entonces
"si ya es vieja y no vale nada, démela que me la llevo", como
dice un avezado conocedor de costos de maquinaria.
Curva del costo operativo.Más allá del equipo que se trate la curva del costo operativo tiene siempre la misma forma. Es asintótica a los ejes de coordenadas, es decir se hace prácticamente paralela a ambos y por ende no los toca. Y en ella se ve como a medida que aumenta el uso anual baja el costo operativo hasta hacerse constante. Es decir aplicado un uso anual determinado, el costo se encuentra minimizado. A partir de ese valor de costo, no sirve agregar trabajo para bajar costos. Si fuera necesario bajar costos más allá de ese valor será necesario replantear la empresa con otros valores de equipos o bien con tiempos más prolongados de amortización. Esto último implica cambiar los equipos más tarde, camino que siempre será mejor que no amortizar. Finalmente puede decirse que la dilución de la amortización en el tiempo es el principal factor que hace bajar los costos con el aumento del uso anual.
Nota:
el gráfico es orientativo, no pertenece al equipo analizado en el texto.