Preparación del equipo
Es
fundamental verificar el estado de los componentes importantes de la máquina.
Las pastillas no deben presentar desgaste, y todas deben ser de la
misma marca, características y tiempo de uso. Otro punto importante, es el
control de la válvula reguladora de presión, (ella tiene mayor incidencia en
los resultados, cuanto menos volumen se aplique por ha). Que la bomba se
encuentre en óptimo estado, también es determinante de un buen tratamiento.
Otros factores que necesariamente deben controlarse son: la limpieza del
depósito y filtros, y la ausencia de fugas en las conexiones de todo el equipo.
Objetivo de la aplicación de herbicidas:
Elección de la pastilla.
El
alistado de los picos de la pulverizadora define el éxito de toda aplicación, y
para elegir con acierto se precisa el cumplimiento de dos premisas de base: a)
contar con la información lo más completa posible referida al tratamiento en
cuestión, b) manejar adecuadamente esas variables.
Entre
la información de base requerida se encuentra:
1) El objetivo
a combatir (maleza, insecto, enfermedad fúngica o bacteriana);
2) Las
características del producto a aplicar (tipo de producto),
3) La
cantidad y tamaño de gotas a distribuir en el objetivo, dato consecuente de los
dos puntos anteriores, que se relaciona con los litros por hectárea de dosis
deseada.
4)
Condiciones del ambiente en el que se ejecutará el tratamiento. Viento
(dirección, intensidad); humedad relativa; temperatura; presencia de
convección. Este punto 4) indica que la elección de la pastilla se hace sobre
el inicio de la aplicación.
La
selección de la pastilla involucra el conocimiento de cantidad de variables y el
mercado ofrece cantidad de alternativas (tipos de pastillas) valederas para
cada condición. Por ello es conveniente no pensar en recetas generales, y
decidir de acuerdo a los recursos disponibles, entre ellos el conocimiento de
los datos enunciados y de la disponibilidad de determinados tipos de pastillas.
Información sobre pastillas:
Si
bien existen diversas pastillas por su forma de mojado, a manera de ejemplo se
hace referencia a las que mojan en abanico y las que lo hacen en forma de cono.
Las de
abanico llegan a la parte superior de las hojas. Las hay de abanico plano que suministran más
líquido en el centro de su ancho de pulverización y que superponiendo parte del
abanico de pastillas vecinas, se logran distribuciones homogéneas en todo el
ancho del botalón. Otras son las de abanico
plano uniforme, que entregan la misma cantidad de líquido en todo su ancho.
Estas últimas se utilizan para aplicaciones en bandas.
Espectro de mojado de
diferentes pastillas
Las de
cono se usan cuando se prefiere que
la pulverización llegue a todo el
cuerpo de la planta. Hay pastillas de cono
hueco y de cono lleno. Estas
últimas suministran mayor cantidad de líquido que las primeras.
Las
otras características de las pastillas a tenerse en cuenta para la elección
son: el tamaño de gota que entregan y el caudal en l/min. Con el fin de ayudar
al usuario en el análisis del problema y la elección de la pastilla, los
fabricantes suministran catálogos completos con toda la información necesaria
sobre cada tipo y modelo.
En el cuadro Catálogo pastillas se
ejemplifica uno de los sistemas utilizados para diferenciar a las mismas. En
este caso, el número de pastilla señala dos características específicas: el
ángulo del abanico (las dos primeras cifras del número 11003) y el caudal que entrega a una presión fija de trabajo (las
dos últimas cifras del número 10003).
También por su color, las pastillas se diferencian de acuerdo al caudal. Si se
considera la pastilla 11003 sabremos que el ángulo del abanico es de 110 grados y que entrega a igual presión,
menos caudal que la 11004.
Catálogo de pastillas Referencias:
este cuadro es copia tal sólo de un sector de una de las páginas del catálogo
correspondiente. La fórmula (*) es la base del catálogo, en la cual, se
relacionan la mayoría de los valores de caudal, gasto, velocidad y distancia
entre picos. El valor 600 es una constante de unidades.
Catálogo
Para
elegir correctamente una pastilla determinada, es muy importante consultar el
catálogo que suministra el fabricante de ella.
Presión y velocidad
La presión de trabajo, segunda columna del
Cuadro Catálogo de pastillas, se logra mediante la válvula reguladora dispuesta a tal efecto. Nunca debe
regularse la presión con el régimen del motor del tractor, ya que ello
producirá errores en el tratamiento, tanto en el caudal como en el tamaño de
gota. Por otra parte, el régimen del motor debe fijarse en un punto tal que la
toma de potencia gire a 540 vueltas por minuto. Este dato lo hallará en el
manual de uso del tractor. En los equipos autopropulsados, el régimen de
trabajo del motor es el recomendado por el fabricante.
La velocidad de avance del equipo es otro
factor a tener en cuenta para lograr el correcto gasto de líquido por hectárea.
Desde el punto de vista de la capacidad de trabajo, cuanto más rápido se
circule, más hectáreas se tratarán por hora. Pero el estado de la superficie
del terreno y la capacidad de la máquina de mantener la horizontalidad del
botalón en ese terreno definen la velocidad. El mecanismo de equilibrio del
barral, (mecánico, hidráulico o una combinación, por lo general una
característica diferencial del fabricante de la máquina), y la suspensión del
equipo definen la capacidad de mantener la horizontalidad del botalón. Por otra
parte a barrales de mayor ancho, mayor es la dificultad para lograr el
objetivo. Respecto de la potencia, es para destacar que el esfuerzo para mover
el equipo es relativamente reducido, comparado por ejemplo con el de una
sembradora. Por ello si es de arrastre, el esfuerzo del tractor es
relativamente pequeño y no limita casi nunca la velocidad de avance del equipo.
En síntesis,
para lograr la aplicación por hectárea (litro/hectárea), lo más importante
como es la cantidad de gotas por cm2 y el tamaño de ellas, es
necesario combinar correctamente la velocidad de avance del equipo, la presión
de trabajo y el caudal de la pastilla y la distancia entre picos.
Armado de los picos
En el
armado de los picos, las claves son: a cada pico, se lo debe equipar con un
filtro individual de malla más pequeña que el orificio de salida de la
pastilla. De lo contrario ésta se tapará frecuentemente con partículas, con lo
que desmejorará la calidad de la aplicación, y aumentarán las detenciones del
equipo.
Los
picos tienen un distanciamiento entre ellos fijado desde la fabricación de la
pulverizadora. Lo común es que se encuentren a 50 cm. No obstante ello, existen
modelos con picos a 35 cm. Por otro lado también es posible anular un pico cada
dos y cambiar de esa manera la distancia, con lo cual si la máquina tienen los
picos originales a 35 cm puede taparse
uno cada dos y trabajar a 70 cm entre picos. Este valor influye en los litros
por hectárea aplicados, o la altura de botalón para lograr la mejor
superposición entre abanicos. Por ello resulta imprescindible la lectura
analítica del catálogo del fabricante, para no cometer errores importantes de
dosificación. Precisamente, cuando en tratamientos de cobertura total, se
trabaja con abanicos planos estos tres factores (ángulo de pulverización,
separación entre picos y altura de pulverización) dan como resultado la
superposición parcial de los abanicos, a fin de lograr que la entrega de
líquido resulte uniforme a todo lo ancho del botalón. Debido a la superposición entre abanicos es necesario que éstos
formen con el botalón un ángulo de aproximadamente 12 a 15 grados, de manera
que no se toquen entre sí, lo que producirá un goteo perjudicial para la
pulverización. En los cuerpos, tapas
y pastillas actuales, este ángulo se define en la única posición que tienen de
fábrica estos componentes. Es decir no es posible prácticamente instalar
incorrectamente las pastillas.
Ubicación de los picos en
el botalón, correcta. Referencias: 1) botalón; 2) ángulo del
abanico; 3) distancia entre picos; 4) altura del botalón; 5) ángulo abanico –
botalón; 6) pico visto en planta; 7) abanico.
Ubicación de los
picos en el botalón, incorrecta
Calibración
Para la calibración del equipo se equilibran los siguientes factores: pastilla (modelo y caudal); distancia entre picos (m) que queda definida por la configuración de la pulverizadora; velocidad de avance (km/h) que se define por el estado del lote y la caja de cambios del equipo (tractor o autopropulsada); presión de trabajo (bar) que se determina de acuerdo al catálogo de la pastilla y al gasto en l/ha buscado. Se regula con la válvula reguladora de presión.
Buscando el gasto por hectárea (l/ha) se llega a la cantidad de gotas por cm2 buscado.
En este punto se ejercitan los conceptos vertidos anteriormente.
Los pocos parámetros de la pulverización que se analizan en este ejercicio, en los equipos de la actualidad y desde hace algunos años, son determinados y controlados automáticamente a través de elementos electrónicos como los radares y navegadores que miden la velocidad de avance, los caudalímetros y los presostatos, además de comandos automatizados y computarizados.
No obstante, a fin de entender el proceso y utilizar las modernas herramientas adecuadamente, es necesario conocer cual es la variable que se está manejando en cada caso, por lo cual se considera el análisis siguiente.
Buscando el gasto por hectárea (l/ha) se llega a la cantidad de gotas por cm2 buscado.
En este punto se ejercitan los conceptos vertidos anteriormente.
Los pocos parámetros de la pulverización que se analizan en este ejercicio, en los equipos de la actualidad y desde hace algunos años, son determinados y controlados automáticamente a través de elementos electrónicos como los radares y navegadores que miden la velocidad de avance, los caudalímetros y los presostatos, además de comandos automatizados y computarizados.
No obstante, a fin de entender el proceso y utilizar las modernas herramientas adecuadamente, es necesario conocer cual es la variable que se está manejando en cada caso, por lo cual se considera el análisis siguiente.
A fin
de lograr un equipo en condiciones de trabajo, se lo ubica en un lugar luminoso
con el depósito, los filtros y los picos limpios, y las pastillas instaladas en
el botalón de tal manera que sus abanicos no se toquen, cuando se superponga su
proyección hasta el objetivo a tratar.
Se
trabaja con agua limpia, a fin de evitar intoxicaciones, y luego con una tabla
de equivalencia de densidades y volúmenes se pasa de agua limpia al producto en
cuestión.
Entonces con el tanque provisto de algo de agua limpia, por ejemplo el 20% de su capacidad, con la bomba funcionando a régimen de trabajo y a la presión a la que se aplicará el tratamiento, observar la “lluvia” que entrega cada pastilla, controlar que no exista goteo ni abanicos (o conos) deformados. En la puerta del galpón con la máquina entre el observador y el sol, suele ser un lugar ideal para hacer estas observaciones, “a través de la luz”.
Entonces con el tanque provisto de algo de agua limpia, por ejemplo el 20% de su capacidad, con la bomba funcionando a régimen de trabajo y a la presión a la que se aplicará el tratamiento, observar la “lluvia” que entrega cada pastilla, controlar que no exista goteo ni abanicos (o conos) deformados. En la puerta del galpón con la máquina entre el observador y el sol, suele ser un lugar ideal para hacer estas observaciones, “a través de la luz”.
Luego
se determina la uniformidad de dosificación, a partir del concepto de base
siguiente: toda máquina se provee de pastillas iguales en modelo, caudal y
edad, de lo contrario nunca se estará seguro que todas funcionen correctamente.
Entonces
a fin de determinar la uniformidad de dosificación, con un recipiente graduado
de 1 o 2 litros de capacidad (jarra o probeta), medir el volumen entregado por
cada pico, a la presión que será utilizada en el tratamiento, durante un tiempo
conocido (por ejemplo un minuto, o medio minuto). Seguidamente comparar la
cantidad entregada por cada pico con el promedio de entrega de la totalidad de
ellos. Si se trabaja con pastillas con algún uso, más adelante se verá el punto
“desgaste de pastillas” y se encuentra alguna pastilla que difiere en 3 a 5 % o
más con respecto al promedio, esa está para el cambio. Pero lo mejor es cambiar
todas, debido a que las demás pronto irán presentado el mismo estado. Es
conveniente señalar que lo que se ahorra en pastillas por no cambiarlas es
mucho menos que lo que se pierde en fitosanitarios y trabajos mal logrados
debido a las pastillas en mal estado.
Si se
trabaja con pastillas nuevas, el criterio puede se el descarte de aquellas que
se aparten en un 3 a 5% por arriba o por debajo del caudal que señala el
catálogo de las pastillas para la presión de trabajo. Las demás se dejan ya que
son todas nuevas.
A
continuación, se controla que el equipo entregue el volumen requerido por
hectárea. Por ejemplo, supongamos que se requiere una aplicación de 40 l/ha,
con una máquina de 53 picos separados a 50 cm entre si.
Los
datos de las pastillas se encuentran en las tablas que suministra el
fabricante. Un modelo de estas tablas se ve en el Cuadro Catálogo de pastillas.
Entrando en dicha tabla (ver que
corresponda al modelo de pastilla en uso), por los valores de l/ha, se elige el
más parecido a 100 l/ha. Con la pastilla XR
8003 VS o bien XR 11003 VS (esta
última permitirá trabajar a menor altura de botalón, debido a que su ángulo de
abanico es 110 grados, es más abierto que el de la 8003 que es de 80 grados),
trabajando con 2 bares de presión y a 20 km/h de velocidad, se logran 41,1
l/ha. La velocidad de avance se regula con la caja de marchas del tractor o de
la máquina si es autopropulsada, controlando el régimen del motor para que la
bomba trabaje al régimen recomendado por su fabricante. (Se realizarán los
tanteos necesarios hasta lograr la condición buscada, en una calle con una
distancia marcada y conocida). La presión de trabajo se regula con la válvula
correspondiente.
A
continuación, se verifica el buen funcionamiento del equipo, haciendo que
recorra esa distancia en tanto pulveriza agua limpia a la velocidad y presión
indicadas. El recorrido se inicia con el depósito lleno. Al finalizar, se lo
reabastece hasta el nivel inicial de la medición, para lo cual se coloca la
pulverizadora en una superficie horizontal. Se puede suponer por ejemplo, que
se consumieron 9,8 l al recorrer 100 m en 18 segundos. Entonces avanzó a:
Superficie
cubierta por la máquina en la determinación
Superficie
= 0,7 (m) x 35 (picos) x 100 (m) = 2.450 (m2)
El
gasto por ha fue de: ‗
9,8 ( l ) x 10.000 (m2 / ha)
‗ 40 (l/ha)
2.450
(m2)
Volviendo
al Catálogo de la pastilla, se puede saber que caudal debe estregar la misma en
este trabajo. La 03 a 20 km entrega 41,1 l/ha a 2 bares, con un caudal de 0,96
l (min).
Para
el ejemplo en lugar de entregar 41,1 l/min, será 40 l/min. Para ello se baja la
presión hasta obtener de la pastilla el siguiente caudal:
Verificado
el gasto por hectárea. Entonces siempre que se ajuste, el mismo se puede hacer
en la presión, en tanto no se abandone el rango correcto para la pastilla, o
bien en la velocidad pero actuando sobre la caja de marchas.
Superposición
Si se
realiza una aplicación en cobertura total, las pastillas corrientemente
utilizadas son de tipo abanico plano,
que presentan una disminución gradual en la entrega de líquido, desde el centro
hacia los extremos de cada abanico. Esta diferencia, se compensa superponiendo
en un % determinado los extremos de abanicos contiguos instalados en el barral.
Para ello, se regula la altura del
botalón de acuerdo a la separación
entre picos y el ángulo del abanico
utilizado. Los folletos de pastillas contienen esta información. Por ejemplo,
para abanicos de 110 grados distanciados a 50 cm entre si, debe pulverizarse a
40 cm de altura de botalón.
Distribución
Tamaño de gotas
Por lo general se recomienda el uso de pastillas para gotas finas en aplicaciones de post-emergencia, que requieren de una cobertura excelente en las hojas. Las gotas de tamaño mediano se recomiendan para herbicidas de contacto y sistémicos, herbicidas de preemergencia aplicados en la superficie, insecticidas y fungicidas.
Otra cosa para recordar es que una pastilla puede producir gotas de diferente clasificación según la presión a la que trabaje, siempre que lo haga dentro del rango para el cual fue diseñada.
Existen tablas de los fabricantes de pastillas que dan este tipo de dato, y a continuación se presenta un ejemplo extraído de un catálogo.
Medición de gotas
El control del tamaño, uniformidad y distribución de las gotas se practica a través de las tarjetas hidrosensibles provistas por la firma Syngenta que pueden observarse a través de una lupa cuenta hilos de 10 aumentos a más. También existen programas de computación que permiten hacer un análisis más minucioso de la tarjeta. Un manual provisto con las tarjetas ofrece instrucciones precisas de su uso. La recomendación es contar las gotas en 1 cm2, en 1/2 cm2 o en ¼ de cm según la cantidad que deba contarse. Si son muchas se cuenta en ¼ de cm2 y luego se multiplica por 4
Lupa cuenta hilos de 10 dioptrías a más, tarjetas hidrosensibles y cartón que define un área para el recuento de impactos.
Las Tarjetas hidrosensibles (cambian su color en el punto que se mojan con agua) operando de
la manera siguiente: se colocan las tarjetas en el rastrojo o cultivo simulando
la maleza a tratar. Luego se pasa sobre ellas con el barra de la máquina
pulverizando. Las gotas deben resultar homogéneas por su tamaño y distribución.
Asimismo se deben contar las gotas por cm2, para lo cual se utiliza
una lupa o cuenta-hilos. A manera de ejemplo se menciona que, en general para
aplicaciones de glifosato, pueden
recomendarse, dependiendo de las malezas a combatir, de 30 a 40 gotas/cm2.
El valor en litros/hectárea estará de acuerdo a la pericia del operador o de
quien supervisa el trabajo y el equipo empleado. Es posible lograr tratamientos
de esa cantidad de gotas por cm2 con gastos de 30 a 40 litros por hectárea. Por
ejemplo 2 litros de producto y 28 litros de agua. O bien 2 litros de producto y
38 litros de agua.
Un mismo tratamiento se puede logara con distintos volúmenes de diluyente, distintos tamaños de gota. Con un coadyuvante u otro. La misma aplicación con 2
litros de producto con 118 litros de agua y tener mayor cantidad de gotas con
menor concentración de producto cada una. En algún caso habrá superposición de
gotas (o impactos) en el objetivo y mayor cantidad de gotas que no lleguen al
mismo (deriva). Corrientemente, estos datos los suministra el laboratorio
fabricante del producto.
Para aplicaciones diluidas en aceites se aplican
tarjetas óleo sensibles.
Las buenas aplicaciones con glifosato en siembra directa, se logran con malezas
libre de tierra, en lo posible sin pastorear, y en días de vientos suaves, y
luminosos. Es conveniente llegar a la siembra con barbechos limpios, o con
malezas pequeñas (así se aprovecha mejor la humedad disponible en el perfil del
lote).
Las pastillas y el ambiente.
Elegir y calibrar correctamente las pastillas conociendo las condiciones del ambiente es un aspecto fundamental para alcanzar el éxito en las aplicaciones.
Elegir y calibrar correctamente las pastillas conociendo las condiciones del ambiente es un aspecto fundamental para alcanzar el éxito en las aplicaciones.
La conducción de los barbechos y la protección de los cultivos de invierno hacen pensar ahora en la pulverizadora, su alistamiento y uso adecuado. Y uno de los aspectos de relevancia es comprender la importancia que la pastilla tiene en toda distribución de agroquímicos y asumir la necesidad de elegir la más adecuada para cada tarea. Entonces, cuando se cae en la cuenta de la gran cantidad de tipos y modelos disponibles, aparece la pregunta “facilitadora” ¿no existe un modelo de pastilla que sea aplicable a todas las aplicaciones que uno ejecuta? Y la respuesta es: no. Y entonces ¿cómo se elige una pastilla entre las aproximadamente 240 clases que ofrece el mercado?
Para responder esta cuestión es recomendable tener claro un par de cosas: a) que se va a controlar (malezas, insectos, hongos), b) conocer y haber revisado con dedicación el catálogo técnico de la marca de pastilla que se considera como opción válida. De no conocer esas dos cosas, nunca se manejará adecuadamente la máquina ni, mucho menos, las aplicaciones y así se le abrirá el espacio a las críticas de los que poco saben de producir alimentos sanos, pero que encontrarán la brecha hacer su negocio.
Como primera idea, es posible asumir que los que saben eligen las pastillas por su forma de distribución, y que si se busca llegar a la parte superior de las hojas de una maleza, las pastillas de abanico serán una buena opción, aunque no la única. En cambio, si el objetivo está en la cara de las hojas que mira al suelo, el cono sea la gran opción. No obstante, estos son sólo dos ejemplos burdos que, si se quiere sólo representan la “página del libro” que el buen aplicador necesita leer con avidez. El tema es “de qué se defiende el cultivo (malezas, enfermedades, insectos) y con qué se defiende o protege al cultivo”. Es bueno tener muy en claro que es muy común que no se pueda comenzar un lote y trabajar horas con un tipo de pastilla y jamás cambiarla”. Hablando de lotes grandes.
Por otro lado pero al mismo tiempo es necesario conocer las condiciones de trabajo, y en ellas el aplicador considera: a) la máquina, b) el piso a transitar (la “pista” a recorrer con sus pozos o irregularidades, si hay barro o no); c) el clima con sus vientos predominantes y su dirección, velocidad y horarios; humedad relativa, porcentajes y horarios, temperatura ambiente y horarios.
Respecto de la máquina, obviamente en primera línea se encuentra el mantenimiento del equipo, sin fugas en ningún punto del circuito del fluido, filtros limpios, presión de los neumáticos, limpieza externa e interna. Funcionamiento de todos los mecanismos, hidráulicos, comandos en general, entre ellos la bomba, el manómetro y las llaves o válvulas. Se recomienda enfáticamente seguir un cuadro de seguimiento de la máquina de confección propia.
Lo parejo del piso a transitar y las características de la máquina, definen la velocidad de avance, la cual se regula con la caja de cambios. Recordar que el régimen del motor es importante que permanezca constante debido a que define el régimen de la bomba de pulverización.. Si el régimen del motor cambia, es necesario controlar de nuevo el caudal y la presión de pulverización buscando mantener los litros por hectárea constantes. En las máquinas que la bomba toma movimiento de un motor hidráulico, es necesario mantener el régimen de la bomba a través del caudal (o sea el régimen) de ese motor hidráulico. Además recordemos que la velocidad de avance del equipo, definirá el caudal de la pastilla a utilizar, y a mayor velocidad mayor caudal de la pastilla a igualdad de otras condiciones.
Por otro lado las condiciones del clima también definirá la pastilla recomendable, ya que, con 20 grados centígrados de temperatura ambiente y 80 % de humedad relativa, y velocidades de viento menores a los 12 km, las gotas pueden ser de menor volumen (200 a 250 micrones) y por ende la cobertura del objetivo más uniforme que con gotas de mayor tamaño (400 micrones), utilizadas para mitigar la deriva. Entonces, si la temperatura es de 30 grados centígrados, la humedad relativa 50% y los vientos se acercan a los 20 km/h, las gotas más grandes mejorarán la llegada al objetivo, reduciendo el efecto de la deriva, aunque en detrimento de la cobertura más uniforme. En este caso las pastillas antideriva con inducción de aire se ubican entre las más adecuadas para llegar al objetivo. Además, jamás olvidar el coadyuvante que, debido a su importancia, lo dejamos para otra nota.
Otros aspectos a tener en cuenta para la mejor llegada al objetivo, se encuentra la altura del botalón, que se conjuga con el ángulo de mojado de los abanicos (los de 110 grados se colocan a menor altura que los de 80 grados), y con la distancia entre picos. Los picos distanciados a 50 cm requieren de mayor altura que los distanciados a 35 cm y esta última reduce las posibilidades de dejar chanchos respecto de la distancia 50 cm.
También es bueno recordar, y como complemento de las condiciones climáticas vistas más arriba, que si no hay “una gota de viento” mejor es no aplicar porque se está en condiciones de “inversión térmica”.
La Inversión térmica es generada cuando se calma el viento y comienzan a ascender las capas de aire caliente –es decir las capas de aire calentadas por su proximidad con el suelo -- e ingresar por debajo de ellas las capas de aire frío –cuya temperatura es menor que la de las otras por haber estado lejos de suelo, es decir a más altura--. En esta situación las gotas asperjadas quedan suspendidas en el aire para luego ser arrastradas grandes distancias, debido al ascenso de las capas de aire próximas al suelo (más calientes que las de arriba). De esta manera se producen desplazamientos a veces de varias decenas de kilómetros-- que pueden producir graves daños en plantas sensibles al producto aplicado. Ante estas condiciones, es decir sin viento, no se puede aplicar.
El viento es un aliado de las aplicaciones ya que si las realizamos sin él, nos será muy difícil ingresar con las gotas asperjada en un cultivo cerrado. A menudo se escucha decir que la mejor aplicación es sin viento, sin embargo es sin viento cuando mayor es la probabilidad que se produzca una inversión térmica, con las consecuencias que esta ocasiona. Las pulverizaciones con vientos a partir de 8 km/h en cultivos cerrados resultan las más efectivas, debido al movimiento del canopeo, haciendo actuar al cultivo como un conjunto de zarandas, dejando pasar las gotas asperjadas.
Las altas temperaturas y bajas humedades relativas incrementan la evaporación de las gotas asperjadas. Asimismo, con humedad relativa ambiente baja, se evaporan las gotas aún con temperaturas no muy elevadas, afectando de manera notable la aplicación debido a la pérdida de gotas, sobre todo cuando no se utiliza un anti evaporante.
Errores graves
A
continuación se mencionan algunos errores que necesariamente deben evitarse
para lograr buenos tratamientos:
- Limpiar las pastillas pasándoles alambres o
elementos agresivos a través de su orificio. La limpieza correcta debe hacerse
siempre con cepillo o aire comprimido.
-
Desacelerar para evitar problemas con accidentes del terreno. Ello modifica la
aplicación por ha (l/ha). Entonces, se aconseja que una vez regulada la presión
a una determinada posición del acelerador, ésta no debiera modificarse salvo
que se cuente con un comando compensador automático, que la mayoría de equipos
tiene.
- Es
mejor trabajar con el botalón lo más bajo posible, por arriba de las malezas, a
fin de disminuir la deriva. Para ello, en general es conveniente el mayor
ángulo del abanico (110 grados)
-
Cuando se termina el contenido del tanque, el operario continúa trabando y deja
que los picos soplen aire durante unos 100 o 200 m de recorrido. Esa zona
quedará sin tratamiento. Es necesario reabastecer el depósito con un margen
suficiente para evitar este inconveniente.
-
Aumentar el agua debido a la aplicación de productos que requieren mayor
dilución, sin aumentar el contenido de los productos que no requieren mayor
dilución (glifosato). Es necesario respetar la concentración de cada producto
presente en la mezcla.
-
Utilizar agua de una fuente no
limpia, o con aguas duras. El glifosato requiere aguas estrictamente limpias.
De lo contrario se desactiva notoriamente y pierde efectividad.
-
Utilizar pastillas gastadas.
- No
analizar con anticipación las condiciones climáticas. En función de la
dirección del viento definir la dirección de marcha de la máquina. Si es
necesario, establecer fajas de seguridad en el borde del lote a fin de no
pulverizar lotes vecinos. Si es necesario, las bandas de seguridad se tratan
con gotas más gruesas que el área más central del lote.
- No
definir la deriva por viento con tarjetas ubicadas al costado y cierta
distancia de la máquina.
En camino
Es
errada la idea que a mayor presión de pulverización y mayor caudal se logra un
trabajo mejor con mayor penetración del producto. Esto se ha aceptado sobre
todo en cultivos como papa y soja, donde la vegetación es muy abundante. Pero
en realidad, es un error ya que esas altas presiones y/o altos caudales no son
necesarios y además son fuente de problemas y de malos resultados en los
tratamientos.
El
camino hacia pulverizaciones efectivas y eficientes, se encuentra en el
equipamiento de la pulverizadora con las pastillas adecuadas para cada. Es
bueno tener en cuenta que es clave el
correcto manejo de la pastilla elegida, lo cual implica consignas que se verán
más adelante. Es mejor recordar siempre que “el dinero invertido en pastillas
se verá compensado con amplitud, por el ahorro en producto químico,
aplicaciones bien logradas y en reparaciones de la máquina que aumentan su
frecuencia de realización cuando se trabaja con excesos de presión”.
También
al trabajar con menores presiones, se ahorrará potencia. La gran mayoría de los
productos se aplican eficazmente con presiones que oscilan entre las 50 y 150
lb/pul2.
Trabajar
con menores volúmenes por hectárea requiere de mayor pericia del aplicador,
ahorra agua, potencia, tiempo y dinero. Acarrear agua no es barato, el agua
limpia no siempre esta a mano. Por ello es bastante relativo que el agua es
gratis, como a veces se escucha.
Otros
elementos a instalar en la máquina, acordes al tratamiento, son los tubos de
bajada cuando ayudan a una mejor aplicación.
Trabajar
con presiones excesivas significa:
*
Mayores costos debido a más gasto de potencia, a mayores inconvenientes en
mangueras y abrazaderas, y al remplazo de mangueras y abrazaderas por elementos
de mayor costo.
*
Menor eficiencia debido a tamaño de gota incorrecto y mayores pérdidas por
deriva.
Trabajar
con caudales excesivos implica:
*
Mayores costos debido a acarreo de agua. Dilución de los productos activos lo
cual resta eficacia. Menor autonomía de los equipos.
*
Necesidad de agua limpia que no siempre esta disponible a corta distancia.
o
Presiones
y caudales acotados exigen mayor pericia de parte del operador y de quien
comanda la operación.
Desgaste
de pastillas
La vida útil de las pastillas depende del
material de fabricación y la forma de
uso. En este último aspecto se consideran el tipo de producto (por ejemplo los
polvos mojables son más abrasivos que otras formulaciones), la presión de uso
(a mayor presión mas desgaste. Para graficar se presenta el gráfico Test
comparativo de desgaste.
Desgaste
de pastillas
Referencia: El caudal de las pastillas
aumenta debido al desgaste. Antes sin acusar diferencias en el tamaño de gota.
Más tarde se afecta la distribución de las mismas. La clave es el cambio en el
momento oportuno. (Albuz; Jacto)
Guía o marcador
En
las pulverizadoras fue durante mucho tiempo corriente el uso del
“banderillero”, un ayudante de campo que con un trapo visible en la mano, le
señalaba al operador de la pulverizadora donde entrar desde la cabecera a fin
de no superponer pasadas o dejar franjas sin tratar (chacho). El banderillero
se paraba en un lugar visible desde la cabina del tractor o de la máquina,
podía ser desde el alambrado opuesto al que se ubicaba el equipo, o antes si el
lote era muy largo. Los metros entre los centros de las pasadas los medía el
banderillero con sus pasos, por ejemplo 30 pasos eran 30 metros. También era
posible, en lotes sin mucha vegetación, colgar una cadenita larga en el extremo
del barral, tan larga que una vez que la máquina salía de la amelga para entrar
en la cabecera y comenzaba a girar, el extremo libre de la cadena quedaba en el
mismo lugar hasta que volvía a entrar la máquina a la amelga y así quedaba
señalado por donde se entraba para no superponer ni dejar chanchos. Luego
apareció el marcador de espuma, que marcó un época con su beneficio de reducir
errores de aplicación e inconvenientes como los días de viento que hacían volar
los copos o los lotes muy largos o con mucha vegetación que dificultaban su
uso.
Con la agricultura de precisión, en Argentina
allá por 1995, entre las primeras herramientas que aparecen es el guiador de
pulverizadora, al que un observador local con muchas horas de campo e
imaginación, bautizó con el nombre de “banderillero satelital”, denominación
que fue aceptada rápidamente por el mundo de la maquinaria, y hoy muy arraigada
como otros términos nacidos de la sabiduría popular.
El
banderillero satelital es un navegador específico que cuenta con su antena
receptora de señal GPS y un software que hace amigable la lectura de la
navegación en la consola de abordo. En ella mediante luces de color verde y
rojo, indica al operador cuando debe virar hacia un lado u otro para mantener
paralela la línea de avance del equipo. Con el mismo banderillero y en pocos
minutos antes de iniciar la aplicación, con el mismo equipo, se define la línea
base del lote que es la pasada cero entre dos puntos de coordenadas definidas,
y luego el operador sigue en paralelo y a la distancia correcta a fin de
cometer errores de aplicación. Cada navegador ofrece funciones que ayudan al
trabajo como medición de superficies, aviso automático de ingreso a cabecera
virtual. En la actualidad existen softwares que periten operar con señal libre
de pago.
Computadora de pulverización
En un principio no fuimos pocos los que pensamos que las computadoras eran ayudantes fundamentales en toda aplicación, que aparecieron con la tecnología
electrónica aplicada a las pulverizadoras. En verdad son protagonistas centrales del proceso (de la misma manera que las otras máquinas agrícolas y las operaciones en las que se aplican) y hoy prácticamente no existe equipo
que no sea operado por una de ellas. Las hay de diferente grado de
sofisticación pero en general cada modelo cumple con las siguientes funciones:
Controla
de manera automática la dosis de pulverización.
Se
programa fácilmente con una pantalla cada vez más amigable.
Comanda
todo tipo de válvulas motorizadas y a solenoide.
Ofrece
opción automática o manual
Permite
programar las pastillas por su color.
Teclas
de corte en la consola y por secciones del barral.
Teclas
de dosis diferentes. Por ejemplo para aumentar la dosis ante un manchón de
maleza. (Manchoneo)
Teclas
para abrir válvulas con el equipo detenido.
Almacena
datos para gran cantidad de lotes, por ejemplo más de 100.
Tiene
función estadística. Se conecta la web para actualizaciones del software.
Puerto USB para bajar datos a la PC.
Alarmas
varias para dosis fuera de rango admitido, presión fuera de rango, bajo nivel
en tanque y tanque lleno, filtros obstruidos.
Nadie
piensa operar un equipo sin estos ayudantes, pero no siempre el operador sabe
que está haciendo con ellos. En este manual se trata de ayudar a ese
conocimiento.
Evaluación de la pulverizadora
Observando
estos equipos a la distancia, tendrá una idea de como mantiene la horizontalidad y uniformidad de altura el
botalón. Para comparar, tenga en cuenta el estado del suelo donde trabaja
la máquina. Durante a aplicación es muy conveniente realizar pasadas sobre
tarjetas sensibles, y luego practicar su análisis mediante lupa cuenta hilos.
Lo importante es saber la cantidad de impactos por cm2 que llegaron
al objetivo, su tamaño y uniformidad. Los puntos clave a considerar: al tipo de
pastillas utilizadas (forma de mojado, caudal, ángulo de abanico), presión de
trabajo, velocidad de avance de la máquina, condiciones climáticas en el
momento de la aplicación (viento, HR, temperatura).
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