2018-08-07

Sembradoras, siembra de cereales de invierno (6)

Siembra de grano fino


Los cereales de invierno como el trigo, requieren el cuidado de su siembra a fin de acelerar su emergencia y logar una buena ocupación del terreno, ganándole la carrera a las malezas.  

Las fechas de siembra recomendadas para cada latitud dependen del material genético elegido y es una de las primeras condiciones a tener en cuenta para el buen logro del cultivo. Es necesario conocer la sensibilidad a los cambios de esas fechas  ya que es un factor que condiciona la elección, la cual condiciona el techo del rinde a cosecha más allá de los demás factores que se pueden manejar en la implantación.  Asimismo, el estado del  terreno (y rastrojo) y la historia del lote juegan un papel importante para el logro de un buen rinde.  



El rendimiento en trigo, por ejemplo, está definido por la cantidad de espigas logradas por metro cuadrado, los granos por espiga y peso de 1.000 granos. Aunque el factor más decisivo es la cantidad de espigas por metro cuadrado. Por ello resulta necesario lograr la adecuada densidad de siembra y uniformidad de distribución de la semilla en el surco, aspectos inherentes a la sembradora y su calibración. La densidad de siembra buscada se logra con el ajuste adecuado del tren cinemático del equipo y la capacidad de los dosificadores. Uniformidad de entrega de todos los dosificadores es también muy importante. Asimismo, es para considerar que la siembra con máquinas en hileras ayuda al ahorro de semillas respecto de las distribuciones al voleo con discos y cajón sembrador. Otra cuestión también a considerar, es que las sembradoras con cuerpos distanciados a 21 cm entre ellos, tienen mejor comportamiento en los rastrojos que los distanciados a 17, 5 cm o similar. No obstante estos últimos, permiten una distribución más holgada de las semillas en la hilera, con lo cual se tiende a un mayor macollaje. En las consideraciones respecto de las distancias entre cuerpos de una sembradora, está el espacio entre los cuerpos delanteros y traseros, que tiene que ver con la capacidad de tránsito en los rastrojos.

Un punto a no olvidar es la velocidad de avance que no debe superar los 7 km/h en la mayoría de los equipos disponibles como también en los lotes corrientes de siembra, y la  presión de inflado de la rueda motriz como la tensión del resorte que aprieta esa rueda contra el suelo. La determinación de la profundidad de siembra y su uniformidad, también es relevante, y aquí se tiene en cuenta --además de la regulación de las ruedas niveladoras--, la carga en cada cuerpo.  Ruedas niveladoras que no giran acusan un cuerpo falto de peso y ruedas niveladoras que marcan el rastrojo o el suelo, acusan exceso de peso en el cuerpo y por ende compactación y desgaste prematuro de rodamientos y ruedas. 

Por otro lado, la cantidad de macollos que genera cada individuo construye rendimiento y se favorece con las fertilizaciones tempranas que posibiliten llegar a la cantidad de nitrógeno total por hectárea, aportado por el suelo y por la fertilización.  Aunque también es para tener en cuenta no fertilizar en exceso con nitrógenos a fin de evitar el vuelco del cultivo.

Otros aspectos
La alineación de las cuchillas con los surcadores, es necesario su control debido a que, en algunas oportunidades, su desplazamiento hacia los costados de la posición correcta, ocasiona el cruce de la sembradora. Este problema cambia la distancia entre hileras, y puede ser detectado porque el brazo del marcador de un lado precisa un largo diferente al del otro lado. Para entonces, de acuerdo al ancho de la sembradora, la superficie sembrada con hileras ubicadas a diferentes distancias, puede ser importante ya que esta distancia define el cierre de los entresurcos (más malezas), y el rinde final del cultivo. A ello puede agregarse que, de acuerdo al tamaño del equipo, el tractor habrá gastado más esfuerzo de tracción que el necesario, aumentado el consumo de combustible, de neumáticos y de costos de trabajo en definitiva.
La profundidad de las cuchillas, suele recomendarse que en suelos francos la cuchilla corte a 2 a 3 centímetros por debajo del surcador, buscando que la raíz en la germinación, encuentre terreno propicio para su elongación, es decir crecimiento y exploración en busca de humedad. En suelos arenosos, sueltos, se corre el riesgo de que algunas semillas caigan hasta el surco abierto por la cuchilla, en tanto que otras no. Así las cosas, se tendrá una profundidad de siembra variable, a veces excesiva, con lo cual la emergencia no será pareja, pudiendo generar plantas dominantes y dominadas. Lo cual afectará el rinde, cuando las dominantes no compensen a las dominadas en rendimiento.   Entonces en suelos sueltos se recomienda colocar la cuchilla 1 a 2 centímetros por arriba de los surcadores.
En el caso de sembrar con hileras alternadas, una placa y la otra a chorrillo, es bueno igualar lo más posible las densidades entre los dos tipos de distribuciones. Resulta buena idea pesar la semilla de al menos dos hileras en varios metros de avance, al menos cien metros, y comparar los pesos. Asimismo, es recomendable destapar algunos metros de los dos tipos de surco y comparar las distribuciones, las que deberían semejantes. Los dosificadores a chorrillo que mejor pueden lograr este objetivo son los tipo roldana (rotor con estriado interno).
Si los dosificadores a chorrillo son tipo rotor con estriado externo con desplazamiento axial para la regulación de la densidad de siembra, es bueno abrirlos al máximo y regular la densidad con la caja de cambios o bien, si esto no alcanza,  cambiar ruedas dentadas intermedias que permitan la densidad deseada. Los dosificadores de rodillo, en la medida que se cierran, rompen cada vez más semilla.


Las sembradoras bajan costos de operación

Marca tendencia la preocupación del productor en mejorar la calidad del trabajo y aumentar la capacidad de operativa en búsqueda de reducir costos de producción a través de acortar los tiempos de trabajo. Eso es así más allá del nivel de inflación del momento. Pueda que este nivel si es alto, arrecia el ojo del productor, pero en algo que lo ocupa en todos los tiempos.



El productor no forma precio sino que es tomador de ellos y esa es la razón por la cual siempre piensa en aumentar el margen bruto de cada actividad, para lo cual controla los costos de producción en forma férrea. Eso lo lleva a ser muy eficiente en cada negocio.
Por otra parte, las ventanas de tiempo para hacer cada trabajo en el campo son cada vez más acotadas, es decir, hay una tendencia a que se reduzcan los tiempo óptimos de siembra, de cosecha, de pulverización, y si no se ajusta cada operación al tiempo indicado, la baja del rindes es cada vez notable, y también lo es el castigo a la empresa. La reducción de los tiempos disponibles se basa en razones de diferente índole como por ejemplo genética de la semilla cada vez más específica, los nuevos métodos de extracción de muestra de suelos y clara correlación entre la fertilidad y los rindes (equipo Veris), condiciones climáticas bastante inestables. La sembradora no escapa a esta tendencia, por ello es que se desarrollan máquinas e innovaciones que aumentan la capacidad de trabajo de los equipos que fueron y serán adoptadas por el productor por su practicidad. El aumento del tamaño de los equipos, no es el único camino y menos el más efectivo. Más bien lo es el aumento de la eficiencia en el uso y en los mejores diseños de los equipos

En ese rumbo es que aparece el acoplado que, mediante el uso de un flujo de aire a presión, alimenta la tolva de la sembradora sin detener el equipo. En resultado final es la reducción de los tiempos de recarga de la tolva, con lo cual se aumenta la capacidad de trabajo sin aumentar la velocidad de siembra –no recomendable con los equipos de aplicación corriente— ni aumento del ancho de siembra, que impone mayor utilización de potencia, que implica mayor inversión para que su resultado se note.  
Este carro tolva adicional, puede aumentar la autonomía de siembra en proporciones notables, incluyendo su duplicación, e incidir en forma notable en la capacidad de trabajo y el costo operativo del equipo. Este nivel alcanzado de aumento, dependerá de la pericia de quien maneje la logística de la siembra y de la configuración del equipo entre otras cosas. Es decir que, más allá del beneficio, este podrá ser mayor o menor de acuerdo a la forma y dimensiones de los lotes de siembra, el tipo de sembradora sea una drill, air planter, de conducción de semilla por gravedad, de dosificación mecánica o neumática. Puede decirse que el beneficio alcanzado estará acorde al nivel tecnológico de arranque del equipo. En ese sentido, ahora no se puede definir su techo.
Su acople a la sembradora es realmente sencillo sin necesidad de usar ninguna herramienta de mano o implemento especial, y cuando el operador lo juzgue conveniente. Solo será necesario contar con un acople en la parte superior de la tolva de la sembradora para enchufar el tubo conductor de semilla proveniente del acoplado.

El funcionamiento del acoplado tolva durante la siembra es semi - automático en el sentido de que, el paso de la semilla se acciona desde la cabina del tractor, al accionar el movimiento de la turbina de aire y la sembradora cerrando a secuencia. La automatización puede incrementarse con la configuración del equipo para que se acople la alimentación de desde el acoplado, cuando el nivel de semilla en la tolva de la sembradora alcance un nivel programado por el operador.
Las fertilizadoras también pueden trabajar en equipo con este tipo de tolva alimentadora en movimiento.


Desde los números de la capacidad

La utilidad del servicio de esta tolva se puede visualizar también, mediante el cálculo de capacidad de trabajo, que se suele aplicar en el cálculo de los presupuestos de siembra.
Todo arranca desde una fórmula: Ct (ha) = a (m) x V (km/h) x coeficiente de tiempo efectivo x 0,1
Dónde:
Ct (ha/h): es la capacidad de trabajo de la sembradora expresada en la cantidad de hectáreas que el equipo siembra por hora
a (m): es el ancho de siembra en metros.
v (km/h): es la velocidad de avance en quilómetros por hora efectivos
Coeficiente de tiempo efectivo: expresa el tiempo durante el cual la máquina esta clavada y avanzado en siembra vs. el tiempo que vira en cabeceras, se abastece de semilla, fertilizante y gasoil, o bien repara eventuales roturas (mangueras, pérdidas de aceite, etc).
0,1 es un coeficiente para pasar de unidades  (Ct = a (m) X v (km/h) X 1.000 (m) / 1 (km) X 1 (ha) / 10.000 m2).

O bien:

Volviendo al coeficiente de tiempo efectivo, que se menciona en el recuadro, podemos ampliar diciendo que si es de 0,85, quiere decir que el 85% del tiempo (horas y minutos)  que le llevó al equipo sembrar un lote.

Por ejemplo en un lote de 600 ha, sembrando trigo, estuvo la máquina en posición de siembra, es decir calvada y avanzando sembrando, el 85% el tiempo total. El 15% restante, incluye los minutos y/u horas de trabajos indirectos o bien pérdidas de tiempo como se denomina en la bibliografía y que comprenden vueltas en cabeceras, carga de tolva, carga de gasoil, reparaciones. Es decir, se puede medir a campo que el equipo estuvo sembrando efectivamente 85 horas, y 15 horas abasteciendo y reparando.  
La forma más práctica para aumentar la capacidad de trabajo es bajar las pérdidas de tiempo. Ello se logra por un lado haciendo un mantenimiento preventivo minucioso del equipo en épocas de no siembra. Y por otro reduciendo los tiempos de abastecimiento. La tolva extra reduce estos tiempos al aumentar la autonomía de la sembradora de manera notable. Por ejemplo si la tolva de la máquina lleva 5 m3 de capacidad, y la tolva adicional otros 5 m3, se duplicó la autonomía de la máquina, y se alargan los tiempos de abastecimiento de semilla. Por la misma razón es importante el tamaño del tanque de gasoil del tractor, pero esa es otra historia.  




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