Siembra de grano fino
Los cereales de invierno como el trigo, requieren el cuidado de su siembra a fin de acelerar su emergencia y logar una buena ocupación del terreno, ganándole la carrera a las malezas.
Las fechas de siembra recomendadas para
cada latitud dependen del material genético elegido y es una de las
primeras condiciones a tener en cuenta para el buen logro del cultivo. Es
necesario conocer la sensibilidad a los
cambios de esas fechas ya que es un
factor que condiciona la elección, la cual condiciona el techo del rinde a
cosecha más allá de los demás factores que se pueden manejar en la
implantación. Asimismo, el estado del terreno (y rastrojo) y la historia del lote juegan un papel
importante para el logro de un buen rinde.
El rendimiento en
trigo, por ejemplo, está definido por la cantidad de espigas logradas por metro
cuadrado, los granos por espiga y peso de 1.000 granos. Aunque el factor más
decisivo es la cantidad de espigas por metro cuadrado. Por ello resulta necesario
lograr la adecuada densidad de siembra
y uniformidad de distribución de la
semilla en el surco, aspectos inherentes a la sembradora y su calibración. La
densidad de siembra buscada se logra con el ajuste adecuado del tren cinemático del equipo y la capacidad de los dosificadores. Uniformidad de entrega de todos los
dosificadores es también muy importante. Asimismo, es para considerar que la
siembra con máquinas en hileras ayuda al ahorro de semillas respecto de las
distribuciones al voleo con discos y cajón sembrador. Otra cuestión también a
considerar, es que las sembradoras con cuerpos distanciados a 21 cm entre
ellos, tienen mejor comportamiento en los rastrojos que los distanciados a 17,
5 cm o similar. No obstante estos últimos, permiten una distribución más
holgada de las semillas en la hilera, con lo cual se tiende a un mayor
macollaje. En las consideraciones respecto de las distancias entre cuerpos de
una sembradora, está el espacio entre los cuerpos delanteros y traseros, que
tiene que ver con la capacidad de tránsito en los rastrojos.
Un punto a no
olvidar es la velocidad de avance
que no debe superar los 7 km/h en la mayoría de los equipos disponibles como
también en los lotes corrientes de siembra, y la presión de inflado de la rueda motriz como la
tensión del resorte que aprieta esa rueda contra el suelo. La determinación de
la profundidad de siembra y su
uniformidad, también es relevante, y aquí se tiene en cuenta --además de la
regulación de las ruedas niveladoras--, la carga
en cada cuerpo. Ruedas niveladoras que no giran acusan un cuerpo falto de peso
y ruedas niveladoras que marcan el
rastrojo o el suelo, acusan exceso de peso en el cuerpo y por ende
compactación y desgaste prematuro de rodamientos y ruedas.
Por otro lado, la cantidad de macollos que genera cada individuo
construye rendimiento y se favorece con las fertilizaciones tempranas que
posibiliten llegar a la cantidad de nitrógeno
total por hectárea, aportado por el suelo y por la fertilización. Aunque también es para tener en cuenta no
fertilizar en exceso con nitrógenos a fin de evitar el vuelco del cultivo.
Otros aspectos
La alineación de las
cuchillas con los surcadores, es necesario su control
debido a que, en algunas oportunidades, su desplazamiento hacia los costados de
la posición correcta, ocasiona el cruce de la sembradora. Este problema cambia
la distancia entre hileras, y puede ser detectado porque el brazo del marcador
de un lado precisa un largo diferente al del otro lado. Para entonces, de
acuerdo al ancho de la sembradora, la superficie sembrada con hileras ubicadas
a diferentes distancias, puede ser importante ya que esta distancia define el
cierre de los entresurcos (más malezas), y el rinde final del cultivo. A ello
puede agregarse que, de acuerdo al tamaño del equipo, el tractor habrá gastado
más esfuerzo de tracción que el necesario, aumentado el consumo de combustible,
de neumáticos y de costos de trabajo en definitiva.
La profundidad de las
cuchillas, suele recomendarse que en suelos francos la
cuchilla corte a 2 a 3 centímetros por debajo del surcador, buscando que la
raíz en la germinación, encuentre terreno propicio para su elongación, es decir
crecimiento y exploración en busca de humedad. En suelos arenosos, sueltos, se
corre el riesgo de que algunas semillas caigan hasta el surco abierto por la
cuchilla, en tanto que otras no. Así las cosas, se tendrá una profundidad de
siembra variable, a veces excesiva, con lo cual la emergencia no será pareja,
pudiendo generar plantas dominantes y dominadas. Lo cual afectará el rinde,
cuando las dominantes no compensen a las dominadas en rendimiento. Entonces en suelos sueltos se recomienda
colocar la cuchilla 1 a 2 centímetros por arriba de los surcadores.En el caso de sembrar con hileras alternadas, una placa y la otra a chorrillo, es bueno igualar lo más posible las densidades entre los dos tipos de distribuciones. Resulta buena idea pesar la semilla de al menos dos hileras en varios metros de avance, al menos cien metros, y comparar los pesos. Asimismo, es recomendable destapar algunos metros de los dos tipos de surco y comparar las distribuciones, las que deberían semejantes. Los dosificadores a chorrillo que mejor pueden lograr este objetivo son los tipo roldana (rotor con estriado interno).
Si los dosificadores a chorrillo son tipo rotor con estriado externo con desplazamiento axial para la regulación de la densidad de siembra, es bueno abrirlos al máximo y regular la densidad con la caja de cambios o bien, si esto no alcanza, cambiar ruedas dentadas intermedias que permitan la densidad deseada. Los dosificadores de rodillo, en la medida que se cierran, rompen cada vez más semilla.
Las sembradoras bajan costos de operación
Marca tendencia la preocupación del
productor en mejorar la calidad del trabajo y aumentar la capacidad de operativa
en búsqueda de reducir costos de producción a través de acortar los tiempos de
trabajo. Eso es así más allá del nivel de inflación del momento. Pueda que este
nivel si es alto, arrecia el ojo del productor, pero en algo que lo ocupa en
todos los tiempos.
El
productor no forma precio sino que es tomador de ellos y esa es la razón por la
cual siempre piensa en aumentar el margen bruto de cada actividad, para lo cual
controla los costos de producción en forma férrea. Eso lo lleva a ser muy
eficiente en cada negocio.
Por
otra parte, las ventanas de tiempo para hacer cada trabajo en el campo son cada
vez más acotadas, es decir, hay una tendencia a que se reduzcan los tiempo
óptimos de siembra, de cosecha, de pulverización, y si no se ajusta cada
operación al tiempo indicado, la baja del rindes es cada vez notable, y también
lo es el castigo a la empresa. La reducción de los tiempos disponibles se basa
en razones de diferente índole como por ejemplo genética de la semilla cada vez
más específica, los nuevos métodos de extracción de muestra de suelos y clara
correlación entre la fertilidad y los rindes (equipo Veris), condiciones
climáticas bastante inestables. La sembradora no escapa a esta tendencia, por
ello es que se desarrollan máquinas e innovaciones que aumentan la capacidad de
trabajo de los equipos que fueron y serán adoptadas por el productor por su
practicidad. El aumento del tamaño de los equipos, no es el único camino y
menos el más efectivo. Más bien lo es el aumento de la eficiencia en el uso y
en los mejores diseños de los equipos
En ese
rumbo es que aparece el acoplado
que, mediante el uso de un flujo de aire a presión, alimenta la tolva de la sembradora sin detener el equipo. En
resultado final es la reducción de los tiempos de recarga de la tolva, con lo
cual se aumenta la capacidad de
trabajo sin aumentar la velocidad de siembra –no recomendable con los equipos
de aplicación corriente— ni aumento del ancho de siembra, que impone mayor
utilización de potencia, que implica mayor inversión para que su resultado se
note.
Este
carro tolva adicional, puede aumentar la autonomía de siembra en proporciones
notables, incluyendo su duplicación, e incidir en forma notable en la capacidad de trabajo y el costo operativo del equipo. Este nivel
alcanzado de aumento, dependerá de la pericia de quien maneje la logística de
la siembra y de la configuración del equipo entre otras cosas. Es decir que,
más allá del beneficio, este podrá ser mayor o menor de acuerdo a la forma y
dimensiones de los lotes de siembra, el tipo de sembradora sea una drill, air planter, de conducción de semilla por gravedad, de dosificación
mecánica o neumática. Puede decirse que el beneficio alcanzado estará
acorde al nivel tecnológico de arranque del equipo. En ese sentido, ahora no se
puede definir su techo.
Su
acople a la sembradora es realmente sencillo sin necesidad de usar ninguna
herramienta de mano o implemento especial, y cuando el operador lo juzgue
conveniente. Solo será necesario contar con un acople en la parte superior de
la tolva de la sembradora para enchufar el tubo conductor de semilla
proveniente del acoplado.
El
funcionamiento del acoplado tolva durante la siembra es semi - automático en el
sentido de que, el paso de la semilla se acciona desde la cabina del tractor, al
accionar el movimiento de la turbina de aire y la sembradora cerrando a secuencia.
La automatización puede incrementarse con la configuración del equipo para que
se acople la alimentación de desde el acoplado, cuando el nivel de semilla en
la tolva de la sembradora alcance un nivel programado por el operador.
Las
fertilizadoras también pueden trabajar en equipo con este tipo de tolva
alimentadora en movimiento.
Desde los números de la capacidad
La
utilidad del servicio de esta tolva se puede visualizar también, mediante el
cálculo de capacidad de trabajo, que se suele aplicar en el cálculo de los
presupuestos de siembra.
Todo
arranca desde una fórmula: Ct (ha) = a (m) x V (km/h) x coeficiente de tiempo
efectivo x 0,1
Dónde:
Ct (ha/h): es la capacidad de trabajo de la
sembradora expresada en la cantidad de hectáreas que el equipo siembra por hora
a (m): es el ancho de siembra en metros.
v (km/h): es la velocidad de avance en
quilómetros por hora efectivos
Coeficiente de tiempo efectivo: expresa el tiempo durante el
cual la máquina esta clavada y avanzado en siembra vs. el tiempo que vira en
cabeceras, se abastece de semilla, fertilizante y gasoil, o bien repara
eventuales roturas (mangueras, pérdidas de aceite, etc).
0,1 es un coeficiente para pasar de unidades (Ct = a (m) X v (km/h) X 1.000 (m) / 1 (km) X
1 (ha) / 10.000 m2).
O bien:
Volviendo
al coeficiente de tiempo efectivo, que
se menciona en el recuadro, podemos ampliar diciendo que si es de 0,85, quiere
decir que el 85% del tiempo (horas y minutos)
que le llevó al equipo sembrar un lote.
Por ejemplo
en un lote de 600 ha, sembrando trigo, estuvo la máquina en posición de
siembra, es decir calvada y avanzando sembrando, el 85% el tiempo total. El 15%
restante, incluye los minutos y/u horas de trabajos indirectos o bien pérdidas de tiempo como se denomina en
la bibliografía y que comprenden vueltas en cabeceras, carga de tolva, carga de
gasoil, reparaciones. Es decir, se puede medir a campo que el equipo estuvo
sembrando efectivamente 85 horas, y 15 horas abasteciendo y reparando.
La
forma más práctica para aumentar la capacidad de trabajo es bajar las pérdidas
de tiempo. Ello se logra por un lado haciendo un mantenimiento preventivo
minucioso del equipo en épocas de no siembra. Y por otro reduciendo los tiempos
de abastecimiento. La tolva extra reduce estos tiempos al aumentar la autonomía
de la sembradora de manera notable. Por ejemplo si la tolva de la máquina lleva
5 m3 de capacidad, y la tolva adicional otros 5 m3, se duplicó la autonomía de
la máquina, y se alargan los tiempos de abastecimiento de semilla. Por la misma
razón es importante el tamaño del tanque de gasoil del tractor, pero esa es
otra historia.
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