2019-10-09

Con vuelo prolijo

Los drones irrumpieron hace un tiempo como un escalón diferente en la evolución de los equipos agrícolas. El factor que no cambia es el agricultor quien impulsa la innovación desde sus necesidades.

Nicolás Marinelli, tiene las raíces en una familia de agricultores y contratistas, y a ello le suma una fuerte actividad en innovación e investigación a campo. Y desde su niñez con los pies en la tierra, impulsa el trabajo con aeromodelos y drones sin pausa. Es que parece que no puede suspender el vuelo, al menos que lo detenga en el aire.

Comenzó a trabajar con aeromodelos entre los 12 y 13 años. Siempre con mucha pasión y a medida que fue creciendo agregó experiencia de campo y horas de vuelo.  

Primero fueron los aviones, los helicópteros, y algo más tarde apareció el boom de los drones, cuenta Nicolás. Y en la mitad de camino hice el curso de piloto de avión. Recuerdo también que con mi papá salíamos a sacar fotografías aéreas con los aviones grandes.


Pasado un tiempo comencé a notar que muchas de las imágenes las sacábamos más que nada del satélite y entonces en el 2015, se me ocurrió la idea de ir a un congreso de drones y su uso, en el INTA Manfredi. Y allí vimos que era todo de drones para imágenes, explica Nicolás.

Un fin de semana antes de que empiece aquel congreso, me puse con un amigo que me prestó su carpintería de aluminio. Armé toda la estructura, conseguí la bomba, y armé un pequeño barral para fumigar de 1 metro de ancho, que entraba debajo del rotor del helicóptero, a los efectos de no tener deriva que tiene que ver con el efecto Vórtice.  Lo probamos y anduvo y ese lunes o martes nos fuimos para Manfredi y lo mostramos. Podemos aclarar que Vórtice se refiere al flujo de fluidos, que rota en sentido de espiral como un remolino o torbellino.  

Juntamos las ideas que sacamos del congreso con mi helicóptero, que fue lo más grande que hubo en Manfredi en ese momento, pero no autónomo. De todos modos, fue el único dedicado a la acción, pero para mí, era chico. Entonces sentimos que había mucho por hacer, recuerda el experto en máquinas voladoras.

Y así arrancamos, con drones tipo Helicópteros UAV (del inglés unmanned aerial vehicle) de poca autonomía y capacidad de carga limitada. Entonces decidí a empezar a hacer algo más grande y distinto, asume Nicolás.

Lo hice autónomo, o sea que volaba solo, sostiene. Es decir, pasé del aeromodelo que se comandaba desde una consola de mano, a algo automático. Entre lo visto hasta ese momento, no encontraba había algo similar.

Esa fue la novedad, le marcaba los puntos como a todo dron y salía volando, llegaba a destino, fumigaba y volvía. Era con un motorcito Glow de combustión interna, de los que se usan en aeromodelismo. Así tuvimos más autonomía de vuelo que con los eléctricos, sentencia Nicolás.

Luego hicimos contacto con Cicaré y fuimos hacia helicópteros más grandes. Y llegamos a los 80 litros de capacidad. Y ahora estamos en casi 250 litros.

Por hobby ya venía viendo las placas de control Autónomo. Entonces, conseguí una y comencé a adaptarla, para ir probando. En ese momento había muy pocas que toleraban un helicóptero, es decir estaban preparadas para los multi rotores con su software y entonces, tenían muchas cosas que precisaban adaptación.

Había vibraciones molestas, y por ejemplo bajo el radio del rotor, se debilitaba la señal de GPS. Es así que debí cambiar cosas de lugar. Y fui probando, desarrollando, cambiando la distribución de varios elementos, hasta que llegué a tener un vuelo prolijo. Y luego todo ese desarrollo, fue a parar al helicóptero más grande. Ahora lo cuento fácil, pero llevó mucho tiempo y trabajo de desarrollo, recuerda Nicolás.

Y haciendo un poco más de memoria, cuenta que la historia comienza desde que quería hacer un avioncito a radio control, para fumigar en el campo, porque en ese momento volaba aviones de ese tipo. Y buscaba hacer algo chico para ir probando, con utilidad para el trabajo en el campo. Para fumigar y otras hacer otras tareas en una quinta. Y lo que se veía en drones era todo de uso militar. Además, era un chico, con ganas de hacer esas cosas. Luego con el tiempo fuimos avanzando con nuevas ideas. Por ejemplo, nos dimos cuenta que era más versátil un helicóptero que un avión. Es decir, con este tipo de máquinas no se necesita pista, se llega a mayor capacidad de carga y se controla la velocidad. Es decir, es posible controlar la velocidad de avance y los giros en cabecera son más cortos. En cambio, el avión siempre se traslada a una velocidad.

Cuando no había mucho conocimiento de los drones multi rotor, ya en mis trabajos probaba con los FPV (first person view), recuerda Nicolás. Ponía una cámara en el avión aeromodelo e iba viendo en una pantalla en tiempo real por donde volaba, como si fuera dentro del avión, pero lo pilotaba desde tierra. Por ahí aparecieron los pilotos automáticos, que se le marcan los puntos de trayectoria y permiten en vuelo automático. Luego saltamos a los drones para agricultura con alas volante, los avioncitos. Luego apareció el multi rotor.

Lo lindo del aeromodelismo es poder uno volar el avión, es decir para quien gusta del aeromodelismo el dron resulta aburrido, dice Nicolás. Es muy difícil que se rompa o se caiga un dron, pero no es así con un aeromodelo. Por ejemplo, mi helicóptero que era para hacer acrobacias, si no se le da el paso correcto, se corrige la cola y se le da el ángulo que corresponde, se de vuelta. Y se da vuelta rápido. Y en realidad, lo puedo dar vuelta y mantener el vuelo dado vuelta (vuelo invertido), pero para ello debo cambiar una serie cosas. Es decir, en el aeromodelismo se tiene el control, se pilotea el avión o el helicóptero.

El cambio el dron vuela solo vuelve solo y es difícil de romper.  Y si se lo quiere controlar, tiene limitaciones lo cual hace que por ejemplo, no se gire o de vuelta. Además, donde el multi rotor se frena, queda en ese lugar por el control del GPS, y se mantiene solo en ese punto de detención.

En definitiva, el vuelo de todo dron es más sencillo y seguro que el vuelo de un avión, es decir de un aeromodelo, sostiene para finalizar el experto en drones y aviones tripulados.


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