Y cuando se repara y mantiene la máquina con anticipación, es para entrar en la campaña con un equipo confible y escapar a momentos pérdidas de tiempo y trabajo. Además de escapar a los costos extra en repuestos.
Estar en el lote de siembra, de pulverización o cosecha, para
mencionar solo algunos ejemplos, con la máquina detenida a causa de un
desperfecto mecánico, genera una sensación que ningún gerente u operador de
equipos quiere sentir. Las horas suelen ser interminables.
Es por ello que algunas grandes empresas proveedoras de equipos tienen
slogans famosos como “el repuesto en cualquier parte del mundo en 24 horas”.
Y son famosos más allá de la marca que los genera, debido al el
efecto que causan esas demoras o pérdidas de tiempo.
“Usted puede tener la mejor máquina del mundo, que cuando sufre
una rotura o inconveniente técnico, y no tiene el repuesto ni la reparación a
tiempo, es como tener el peor equipo”.
Claro que estas afirmaciones son referidas a situaciones
inesperadas. Es decir, roturas que se producen de manera accidental, o bien
antes de los tiempos previsibles. Son los desperfectos que ocurren fuera de
calendario.
Otras son las fallas que ocurren por falta del mantenimiento
preventivo de rigor que lleva a desgates prematuros y roturas que en tales
circunstancias son esperables. Pero evitables con solo practicar un plan de
conservación adecuado.
Un ejemplo de ello es el no cambio de un filtro de aire de un
motor en el momento correcto. Ello se traducirá en desgastes prematuros que
llevarán a reponer volúmenes crecientes de aceite del cárter del motor.
Claramente un aumento innecesario de los costos.
El gráfico muestra valores de un equipo de siembra gruesa, con los usos anuales que se anotan en el eje de abscisas (715; 990; 1215 horas/año).
El equipo esta conformado por los integrantes listados en el cuadro "Equipo".
Otro ejemplo es no cuidar el nivel de aceite del sistema
hidráulico, y no reponerlo cuando es necesario debido al sucesivo enganche y
desenganche de equipos con poco fluido en sus cilindros. La primera que dará
cuenta de la falta de prevención será la bomba del hidráulico. Será un costo
adicional que además, ocasionará una pérdida de tiempo. Pérdida de trabajo.
La lista de ejemplos por el estilo puede ser interminable.
Y tal es así que las empresas proveedoras de equipos suelen dictar
cursos de varias horas de duración para operadores, en los que se analizan los
fundamentos y acciones a seguir para practicar planes de cuidado y conservación
de maquinaria.
Y ello se debe a que observar planes de mantenimiento de cada
máquina con las operaciones de rigor hechas en tiempo y forma, tiene un valor
relevante.
Bajan costos, además de que aumentan las posibilidades de mantener
y lograr el crecimiento de la empresa.
Por ello los contratistas de servicios con maquinaria saben que seguir
a rajatabla estos planes mantenimiento acompañados por la provisión de
repuestos necesarios, es una de las claves para mantener la competitividad en
el mercado. Y ello forma parte de la capacidad de gerenciamiento de todo equipo
de máquinas.
Por el contrario, cuando las reparaciones y la búsqueda de
repuestos se hacen ante la ocurrencia de una rotura del equipo o su mal
funcionamiento, los números de la empresa no cierran o lo hacen más
trabajosamente. En tales condiciones, se pierden horas de trabajo que resultan
irrecuperables. Además, los precios de las piezas de recambio, ante la urgencia
pueden no ser los más convenientes. Incluso ello puede generar la pérdida del
trabajo y del cliente. Es que, ante el mal desempeño de los equipos con detenciones
inoportunas, aparece la competencia. Es decir, el trabajo lo hace otro.
Manejar un equipo de maquinaria
con eficiencia en la conservación y reparaciones hace crecer la empresa en
épocas de crisis tanto o más que en periodos de estabilidad económica. Es una
de las herramientas que aplican contratistas que siguen compitiendo y creciendo
en el mercado de servicios.
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